En la sede de AP, sus representantes se reunieron desde las 15:00. A la izquierda, la asambleísta María José Carrión. Foto: Paúl Rivas / El COMERCIO
La renuncia de Paco Velasco como ministro de Cultura es un golpe para Alianza País. Sobre todo porque revelaría los posibles problemas que se estarían fraguando dentro de un movimiento político que lleva ya más de siete años en el poder.
Velasco es una de las figuras de izquierda más fuertes del oficialismo. Sin embargo, los señalamientos que hace ahora, con su renuncia irrevocable, revelan un remezón dentro del Gabinete del Ejecutivo.
“Es difícil que un forajido se transforme en momia coctelera”, le dijo ayer, 12 de septiembre, a este Diario, al ser consultado sobre los motivos de su salida de la Cartera de Cultura. Y añadió que se va a su casa “a leer” y que la salida se da por una decisión personal.
Además, el Ministro dejó abierta la posibilidad de una separación completa del movimiento, aunque ratificó -en declaraciones al diario público El Telégrafo- que cree en el proyecto político del presidente Rafael Correa.
“Le agradezco profundamente a Paco. Él ganó su puesto en la Asamblea y lo dejó para ayudarnos”, aseguró ayer el Primer Mandatario, antes de ingresar a una reunión que el oficialismo realizó en su sede, en el norte de Quito. Pero además ratificó que este no será el único cambio en el Gabinete durante las próximas semanas.
Correa confirmó que “más cambios saldrán con los respectivos decretos”. Al menos cinco modificaciones más en el equipo estarían en agenda, aunque no señaló quiénes saldrían o quiénes cambiarían de Cartera de Estado.
El último cambio de ministros se realizó en marzo pasado, después del revés electoral que tuvo el oficialismo en los comicios del 23 de febrero. Se dio en una coyuntura política compleja: Alianza País había perdido las alcaldías de ciudades grandes como Quito, Cuenca y Manta.
Ahora, la secretaria ejecutiva de Alianza País, Doris Soliz, niega que haya una división dentro del movimiento. Lo repitió ayer varias veces, a pesar de las expresiones de Velasco tras su renuncia y de que el movimiento está viviendo su tercer remezón en Azuay.
Xavier Serrano, el director de AP en esa provincia, fue removido ayer de su cargo como director ejecutivo de la Empresa Eléctrica Regional Centro Sur. La Junta de Accionistas eligió en su lugar a Iván Piedra Martínez, y como presidente del Directorio al ministro de Electricidad, Esteban Albornoz.
La reunión se dio después de una serie de mensajes de confrontación generados a través de las redes sociales entre las distintas facciones del movimiento de Gobierno. Por un lado están aquellos que defienden a Serrano; por el otro lado, los aliados del exgobernador de Azuay, Humberto Cordero.
No es la primera vez que algo así sucede en esta tienda política. El panorama ya se les mostró complicado en dos ocasiones anteriores.
Después de las elecciones de febrero, los opositores de Serrano le endosaron la pérdida de la Alcaldía de Cuenca y Prefectura de Azuay, además de un importante número de organismos seccionales.
Semanas después, fueron expulsadas del movimiento las concejalas Ruth Caldas y Norma Illares, quienes en mayo pasado no acataron las decisiones de la dirigencia provincial en las sesiones del Cabildo.
Por ello, el concejal Iván Granda (AP) cree que la separación de Serrano de su cargo tiene un trasfondo claramente político. “Seguramente se deben a problemas políticos, que ojalá se puedan subsanar en los próximos días”.
Sin embargo, en otros sectores de Alianza País se niega que este nuevo capítulo problemático tenga algo que ver con la política. Soliz, por ejemplo, señala que la separación de Serrano tiene que ver más con un tema administrativo que con el movimiento oficialista.
Cordero tiene el mismo discurso. Según explica, la directiva de la Centrosur cumplió su período de dos años en julio pasado, pero esto no implica un cambio inmediato de la directiva provincial ni tampoco una división en el partido.
En medio de toda esta polémica, el movimiento oficialista se reunió ayer en Quito, con la presencia de la dirigencia nacional y los representantes provinciales.
La reunión se centró en varios temas sobre la organización del movimiento, como por ejemplo la agenda de las convenciones parroquiales y cantonales que realizará el oficialismo, así como el plan de formación política de los adherentes.
La secretaria de la Política, Viviana Bonilla, señaló que los cambios en el Gabinete no son temas que se topan en las reuniones de Alianza País, por lo que descartó que el tema se tratara en la sede de AP. Pero, según Soliz, la coyuntura del país, específicamente los resultados de la reunión que un grupo de alcaldes de la oposición mantuvo en Guaranda el miércoles pasado, no podía quedar fuera del análisis político. “Quieren convertir el espacio de los alcaldes en un nuevo frente de confrontación a la Revolución Ciudadana”, indicó.
Otro de los objetivos de la cita fue analizar la marcha de oposición que se realizará el próximo 17 de septiembre, a la cual se han sumado diferentes agrupaciones como los médicos y los estudiantes.
“Nosotros somos más, muchos más, ¿por qué nos vamos a dejar por unos cuántos?”, aseguró Correa sobre la marcha del miércoles próximo. Y para enfrentar aquello, Alianza País organizará su propio evento masivo para respaldar la gestión del Presidente.
En contexto
La reunión de la Dirección Nacional de Alianza País con el Presidente se realiza mensualmente. La de ayer tuvo el ingrediente de probables fisuras al interior del movimiento, la cita de alcaldes opositores en Guaranda y la marcha de trabajadores del próximo miércoles.