Los perritos y gatos fueron rescatados de las zonas más afectadas por el terremoto que azotó las costas de Manabí. Fotos: Cortesía Liliana Clavijo
Voluntarios colombianos que llegaron con donaciones para ayudar a las mascotas afectadas tras el terremoto en la costa ecuatoriana, vuelven a Colombia con animales rescatados.
Liliana Clavijo, es una de los 11 voluntarios del grupo ‘Ayuda para los animales de Ecuador desde Colombia’ que donaron medicamentos y alimentos a los animales damnificados. Ahora se encuentra en Colombia y espera la llegada de Chiqui.
Chiqui, una cachorra café y pequeña, llegó a las manos de Clavijo tras haber presenciado la muerte de su madre quién falleció aplastada. Una puerta la salvo, pero perdió una pata. El dueño entregó a la perrita a la voluntaria en un refugio de Acción Animal en Pedernales, pues no tenía los recursos para cuidar de Chiqui.
“Diariamente llegaban entre 25 hasta 30 personas para que les ayudáramos con los servicios de primeros auxilios para sus mascotas y rescatamos aproximadamente más de 400 animales”, dijo Clavijo.
Una cachorrilla blanca labrador llamada Martina fue otra de las supervivientes. Clavijo cuenta que la encontraron en una caja junto a su hermana en el cementerio de Pedernales. Al poco tiempo de rescatarlas, la hermana de Martina, con cuatro meses de edad, murió. Ahora ella se encuentra en cuarentena dentro del refugio de Acción Animal y pronto será trasladada a Colombia en busca de un nuevo hogar.
Garfield un gato muy amoroso que perdió a sus dueños en Canoa, espera en Pasto para ser trasladado a Cali donde vivirá con una de las voluntarias colombianas.
Es así que en total el grupo ‘Ayuda para los animales de Ecuador desde Colombia’ adoptó tres perros y seis gatos. Con la ayuda de la fundación ecuatoriana y de Lord Guau esperan transportar a los peludos al país vecino lo antes posible.
Pero la labor no ha terminado. La voluntaria cuenta que “hay muchos animales abandonados por sus dueños, principalmente porque no tienen los recursos económicos para hacerse cargo de ellos”. Las imágenes de perros y gatos heridos, sin esterilizar y con gusanos son uno de los recuerdos más impresionantes que les dejó esta tragedia.
“Hay muchos gatitos sin mamá y a muchos otros animales con TBT: una enfermedad que se trasmite sexualmente”, dice Clavijo preocupada.