Víctor Hugo Yanchaliquín, de 40 años, trabajó ocho años como docente multigrado. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
A la Escuela Intercultural Bilingüe Runak Kunapak Yachana Wasi, de la comunidad Atahualpa, en la parroquia Pilahuín, se llega por la antigua vía a Guaranda. Es decir, está a más de una hora de Ambato. Un camino de tierra y piedras conduce al pueblo de casas dispersas y alejado del centro.
Los niños corren para recibir a un vehículo lila que se aproxima lentamente. Lo conduce su maestro, Javier Asas, de 48 años. Como todos los días deja su casa a las 05:30, para llegar antes de las 07:30. Sus alumnos se acercan sonrientes. El hombre, de contextura gruesa, los abraza y los saluda en kichwa.
Por la distancia, hace cuatro meses Asas decidió endeudarse en USD 14 000 para adquirir un vehículo. El objetivo: movilizarse por su cuenta a esta comunidad, ubicada a 4 200 metros sobre el nivel del mar.
El anterior año lectivo, este maestro multigrado trabajó en la Unidad Intercultural Inti Pacchuri, en la zona alta de Llangahua. Era difícil llegar allá; debía tomar el bus de la Cooperativa La Ambateñita, que se dirige a la parroquia Simiatug, en Bolívar. Se bajaba en la vía principal y tenía que caminar hasta 45 minutos.
En septiembre pasado, al inicio del nuevo año lectivo recibió la notificación de su cambio a la escuela de la comunidad Atahualpa. Todavía está adaptándose al clima de la zona. Lleva 18 años trabajando en los centros de zonas indígenas.
Javier Asas, de 48 años, recorre dos horas en auto para llegar a su lugar de trabajo. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
En Ecuador, 75 242 profesores son multigrado o generalistas. Es decir, que en un mismo salón de clase educan a niños de segundo a séptimo de Básica. El mayor porcentaje está en la Costa.
En el país, más del 50% de planteles es multigrado. Y en este año, el Ministerio de Educación planea reabrir 1 000 de estos centros cerrados durante la década anterior. Hasta junio serán unas 60 escuelas. Y hasta diciembre, 930 más.
Según se ha anunciado, a mediano plazo el plan de reapertura incluye capacitaciones para los profesores. Y unos incentivos (becas, viajes), para estos profesores que en una sola clase tienen a chicos desde los 5 hasta los 12 años.
Este sábado, como cada 13 de abril, en Ecuador se conmemora el Día del Maestro. En el sistema fiscal hay 168 174.
Para Asas, como para el resto de maestros, las labores diarias se extienden más allá de las ocho horas. Tiene experiencia, fue docente en la Unidad Llangahua, Inti Pacchuri; también, promotor y alfabetizador.
Ahora está a cargo de 13 estudiantes de primero, segundo, tercero, cuarto, quinto y séptimo de Básica. Las clases son en un aula prefabricada.
Según el Ministerio de Educación, el 9% de estos profesores unidocentes únicamente cuenta con su título de bachiller. Son 6 979, con nombramientos definitivos, que ingresaron al magisterio antes de la Ley Orgánica de Educación Intercultural. La mayoría de ellos está en dos rangos de edad, de 31 a 40 y de 51 a 60 años.
Ellos deben obtener su título de tercer nivel o alcanzar el nivel técnico o tecnológico en Ciencias de la Educación hasta diciembre del 2020.
Asas es licenciado en Ciencias de la Educación, especializado en Básica, se graduó en la Universidad Estatal de Bolívar. Gana USD 800 al menos.
Con los descuentos recibe entre USD 600 y 650 al mes. Pese a eso está muy comprometido con sus alumnos. No es el único con esa vocación, que supera las adversidades.
A 7 kilómetros siguiendo la vía asfaltada de la antigua carretera a Guaranda está el desvío que conduce a la Unidad Educativa Intercultural Inti Pacchuri, en la comunidad Llangahua Loma Gorda. Arribar a este sitio en vehículo demora 15 minutos.
Desde hace cinco meses, Víctor Hugo Yanchaliquín, de 40 años, está a cargo del noveno de Básica y tiene a cargo 20 alumnos. Es Licenciado en Ciencias de la Educación, graduado en la Universidad Técnica de Ambato (UTA).
Hasta el año pasado dio clases en la Escuela Intercultural Runak Kunapak Yachana Wasi. Tras ocho años de trabajo en centros unidocentes y bidocentes, lo ubicaron en un plantel más grande y debe concentrarse en un solo grado. Ganó experiencia y -señala- puso a prueba su vocación.
Movilizarse hasta la zona sigue siendo complicado, por la distancia. Lo ayudan colegas que tienen vehículo propio.