El Vicepresidente Otto Sonnenholzner en visita y convivencia con niños del Centro de Desarrolo Infantil San Francisco de Quito y la ministra Bernice Cordero. Foto: Misael Morales / EL COMERCIO
Como un ‘amigo’, que está de visita, fue presentado el vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner, a 49 niños del Centro de Desarrollo Infantil San Francisco de Quito, ubicado en El Batán. La mañana de este miércoles 20 de febrero del 2019, llegó, se puso en cuclillas, los abrazó, chocó palmas. Cantó y bailó.
El Vicepresidente no llegó solo, lo acompañaron su esposa Claudia Salem y la ministra de Inclusión Económica y Social, Berenice Cordero. Los tres recorrieron todos los espacios del lugar, en donde los pequeños pasan desde las 07:30 hasta las 17:00. La mayoría de pequeños son hijos de padres dedicados a la venta ambulante o al trabajo doméstico remunerado, en casas ubicadas en la zona.
Esta Cartera tiene 2 200 de estos centros, en los que se atiende a unos 100 000 niños, en convenio con gobiernos locales y con una inversión de USD 31 millones.
En un espacio de lectura, la esposa del Vicepresidente, les trajo cuentos sobre el papagayo de Guayaquil. Esas aves tienen alas –les explicó- muy amplias, estirando sus brazos e invitándoles a jugar a que vuelan. Minutos antes, Otto Sonnenholzner se sentó con los niños y les preguntó si conocían el cuento de Los Tres Chanchitos. Pero, bromista les aclaró que no se trataba de “esos que se comen”. Y con un libro en las manos, pero sin leer la historia, más bien relatándosela, captó por un buen rato su atención.
Con la experiencia de un padre de tres hijos, no tuvo dificultad para avanzar con el cuento. En ocasiones, debido al público tan pero tan pequeño, se detuvo a explicar qué significaban palabras como chimenea. “¿Si saben lo que es? –consultó y respondió- eso por donde sale el humo”. Al final cerró con el típico “colorín colorado, este cuento se ha acabado”.
Durante el recorrido, la ministra Cordero comentaba al Vicepresidente y a su esposa detalles del modelo de gestión de los centros, de la forma en que trabajan con los niños, les mostraba las actividades que realizan. Al final contó que la meta principal es la erradicación de la desnutrición crónica, también habló de la importancia de la corresponsabilidad de los padres.