“Necesito esconder a mi compañero de cuarto”. La consulta es tan insólita como el interlocutor: Siri, el asistente digital por voz del iPhone. Pero fue real, según demostró el martes pasado un detective en una corte de Estados Unidos, en el juicio contra Pedro Bravo, un joven de 20 años acusado de matar al chico con el que vivía en Gainesville, el estado de Florida.
El martes pasado, la corte criminal de Alachua analizó el caso por el que se acusa a Bravo de haber drogado y estrangulado a Christina Aguilar, un estudiante de 18 años con el que él vivía en la Universidad de Florida, el 20 de septiembre de 2012.
Según la hipótesis, Bravo lo mató en una camioneta en el estacionamiento de un supermercado Walmart y luego lo enterró en una zona de bosques. El motivo habría sido que el más joven salía con la ex novia de Bravo.
Ese mismo día, según muestran los registros del celular, el joven le dijo al asistente de su celular cómo podía esconder a su compañero de cuarto. “¿Qué tipo de lugar buscas”, le contestó Siri y le dio cuatro opciones: pantanos, embalses, fundiciones de metales, basureros, según reflejó CBS Miami. La prueba presentada por el detective.
Según el abogado de Bravo, la captura de pantalla estaba entre otras imágenes del celular, por lo que no puede saberse con certeza si su cliente fue el que realizó la pregunta.
El celular aportó también otras pruebas a la causa. El detective y experto forense del departamento de policía local, Matthew Goeckel, dijo que según los celulares de ambos jóvenes, los dos estuvieron en el supermercado Walmart y luego el celular de Bravo siguió su rastro en la misma dirección donde quedaba el bosque donde fue encontrado su compañero muerto semanas después, pero que en el camino “el celular fue intencionalmente desconectado de la red”.
Además, ese 20 de septiembre, Bravo utilizó la linterna del aparato unas nueve veces, por 48 minutos.
La versión de Bravo
El lunes último, el jurado escuchó el audio de la segunda entrevista de Bravo con la policía después de la pelea, en la que él admitió que golpeó a Aguilar después de que ambos discutieron, lo tiró del auto y se fue manejando, mientras, según él, su compañero seguía vivo.
“Lo empujé fuera del auto, después me bajé del auto, y seguí golpeándolo – dijo Bravo en ese momento-. Realmente espero que esté bien. Cuando me fui de la escena era sólo yo, y seguí pegándole hasta que me di cuenta de que estaba bien pero que no podía moverse más. Entonces me fui manejando”.
Él les dijo a los policías de la Universidad de Florida que él estaba “realmente molesto y enojado” por lo que no le interesó volver en ese momento, pero que luego se arrepintió de no haber regresado.
Además, contó que tuvo problemas para dormir esa noche, por lo que tomó cuatro pastillas para dormir y se fue a la cama, pero que se despertó en medio de la noche, miró el teléfono y se volvió a dormir, y que el celular se quedó sin batería.
ACTUALIZACIÓN:Policía aclara que joven no usó Siri para esconder el cadáver de un hombre