La inmunidad de un contagiado no es permanente, señalan los especialistas. Foto: AFP
Tras la confirmación de personas reinfectadas con covid-19, la comunidad científica realiza investigaciones sobre cuánto tiempo dura la inmunidad de un contagiado (defensas o anticuerpos que ha generado el organismo tras la infección). Hasta este lunes 31 de agosto del 2020 se han reportado 25,3 millones de portadores del SARS-CoV-2, en el mundo; solo en Ecuador son 113 767 positivos para la nueva cepa de coronavirus.
En el país también se registró un caso confirmado de reinfección. Los investigadores del Instituto de Microbiología de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) secuenciaron el genoma del virus del ecuatoriano que se contagió en mayo y luego volvió con los síntomas en agosto. Las dos cepas son diferentes, por lo que se trata de un reinfectado.
El infectólogo Byron Núñez explicó a EL COMERCIO que con este descubrimiento cambiará varios aspectos relacionados con el virus, por lo que habrá un replanteamiento de los conceptos médicos.
El primer aspecto que se evaluará es que la inmunidad de un contagiado no es permanente.
Dura entre tres a cuatro meses; luego de ello, la capacidad de defensa empieza a disminuir, por lo que se dan las reinfecciones.
Al tener nuevamente el virus -explica el especialista- los pacientes temen que la enfermedad se presente de forma intensa, es decir, con síntomas graves como la neumonía. “Lo que se conoce es que las personas que tuvieron malestar leve o fueron asintomáticos presentan algunas complicaciones adicionales, la segunda vez; pero no es más peligrosa que la anterior”.
La primera vez -complementa- el contagiado sin síntomas o con muy leves desarrolló una cantidad baja de inmunidad, es decir, no hubo buenas defensas. Esto también pudo darse debido a que el virus se quedó en la mucosa respiratoria y no penetró en la sangre. Mientras que quien tuvo molestias graves tuvo una respuesta más intensa.
La inmunidad de rebaño también está “en tela de duda”. A inicios de la pandemia hubo gobiernos que apostaban por esta estrategia, es decir, que todos los pobladores se contagien, por lo que “se pensó que quienes se infectaron podían estar protegidos a largo plazo; eso no ocurrió. Hoy tenemos que seguir aprendiendo de este virus”.
Citado por The New York Times, el inmunólogo Michael Mina, de la Universidad de Harvard, coincide en que la cantidad de anticuerpos disminuye en dos o tres meses. Esta situación es normal, ya que el virus no está presente en el organismo de una persona, por lo que las defensas “bajan la guardia”.
Los anticuerpos más potentes reconocen una parte de la proteína espiga del coronavirus; por medio de ella el microorganismo se conecta con las células del cuerpo humano. Solo los anticuerpos que lo reconocen pueden neutralizarlo y prevenir el aparecimiento de la patología.
Pero, no solo se habla de reinfecciones en el mundo. Médicos señalan que la persona no se recuperó por completo. El virus -señala el experto extranjero- pudo esconderse en alguna zona del cuerpo; así como lo hace el ébola (enfermedad que provoca una fiebre hemorrágica).