La tendencia sostenida a la baja de casos de covid-19 en el Ecuador, tras el pico de Ómicron, muestra un escenario positivo para las autoridades en medio de la pandemia. Según el informe epidemiológico del 10 de febrero de 2022, en la quinta semana epidemiológica se reportaron 25 858 contagios notificados. Esto, frente a 50 168 registrados en la segunda. Esto quiere decir que hubo una reducción del 48%.
La disminución se ha evidenciado, además, en la atención de casos. De 50 787 atendidos en la segunda semana se pasó a 9 032 casos atendidos en la quinta.
En la ocupación hospitalaria también hay un descenso en comparación con las semanas previas, según las cifras de Salud. En la red del Ministerio la ocupación en camas en hospitalización es del 42%, en cuidados intermedios es del 27% y en unidades de cuidados intensivos (UCI) es del 76%.
En la red pública integral de salud, conformada por el Seguro Social, Fuerzas Armadas y Policía Nacional, la ocupación en hospitalización, cuidados intermedios y UCI es del 51%, 69% y 75%, respectivamente. Mientras tanto, en la red complementaria o privada es del 62%, 66% y 67%.
Con estas cifras, la ministra de Salud, Ximena Garzón, señaló que frente al récord de contagios que se vivió con la variante Ómicron, que es más transmisible, los contagios están a la baja, se logró descongestionar las unidades hospitalarias y las UCI, y los servicios sanitarios no colapsaron, como ocurrió en 2020 y 2021.
La funcionaria aseguró que Ecuador se encuentra en un proceso de reactivación social y económica, con mejores indicadores y también con una mayor cobertura de vacunación. Esta actualmente alcanza al 87% con una dosis, 83% con el esquema completo y un 17% con el refuerzo.
“Eso nos ha permitido controlar sobre todo la variante Delta, que también tuvo un brote al igual que Ómicron”, sostuvo.
La Ministra también habló sobre el feriado de Carnaval y señaló que existen todas las condiciones para tener un buen feriado. “Estamos desde el Ministerio trabajando para mejorar las coberturas de vacunación. Hay que seguirse cuidando, respetar los aforos, usar mascarilla, mantener distancia social, evitar las reuniones con muchas personas”, dijo.
¿Cambiarán las medias de bioseguridad en Ecuador?
Garzón señaló que para tomar nuevas decisiones en cuanto a las medidas de bioseguridad, la positividad viral debe estar bajo cinco (actualmente es del 45% con pruebas PCR). Además, ya no debería existir la variante Delta, que causa la mayoría de casos graves de la enfermedad. Esta al momento representa el 2% frente al 98% de Ómicron. Según la funcionaria, se espera que en una o dos semanas ya no exista Delta en el país.
Cuando se llegue a ese escenario, dijo la Ministra, se podrá definir si se relajan las medidas de bioseguridad como el uso de la mascarilla en espacios abiertos. “Veamos cómo va el comportamiento. También depende de la ciudadanía durante las próximas semanas, que se sigan vacunando y podamos ir nuevamente a una normalidad”.
Para el presidente del Colegio de Médicos de Pichincha, Víctor Álvarez, es una buena noticia la tendencia de disminución de casos. Menciona que es importante que esté acompañada de un proceso de mantenimiento de ese comportamiento.
Y para que esta tendencia se mantenga, el galeno señala que debe existir una corresponsabilidad del sector productivo, turístico y la comunidad para fortalecer las medidas de bioseguridad, que hoy más que nunca son indispensables. Asimismo, resalta la importancia de seguir fomentando la vacunación con las dos dosis y la de refuerzo.
Para el epidemiólogo Mauricio Espinel la tendencia a la baja de casos es evidente desde mediados de enero. Sin embargo, hay que seguir de cerca el comportamiento pandémico de Ómicron, sobre todo de cara a un feriado largo.
Menciona que en estos casi dos años de pandemia lo que se ha visto es que después de los feriados siempre hay un incremento de casos, por lo que las medidas de restricción se deben mantener. Espinel agrega que todavía hay personas no vacunadas que son más susceptibles al virus.
El epidemiólogo señala que todavía hay mucha incertidumbre alrededor de la nueva variante y lo que se necesita son certezas para avanzar a otro escenario como en Europa. Destaca la necesidad de un estudio seroprevalencia para saber cuántos anticuerpos tiene una muestra de la población y a partir de ahí se podría tomar acciones en cuanto a las medidas de bioseguridad, por ejemplo.
De su parte Catalina Yepes, médica especialista en salud pública, explica que el comportamiento de Ómicron es similar en todo el mundo y muestra un descenso relativamente rápido de los contagios.
Señala que en Ecuador hubo un crecimiento exponencial de casos y ahora se observa una caída sostenida por evolución natural.
Por un lado, dice Yepes, hay incertidumbre por el sublinaje de Ómicron, la BA.2, que aparentemente es 1.5 veces más contagiosa, pero que no presentaría diferencias en sintomatología ni severidad del cuadro.
Si bien Ómicron resultó ser muy contagiosa, gracias a la vacunación y a las características propias de la variante, su impacto fue muy bajo. Tuvo muchas personas contagiadas en un periodo corto, pero con la mayoría de casos leves, que no causaron muchas muertes como al inicio de la pandemia, menciona.
Lo que sucedió con Ómicron muestra un escenario alentador para la especialista. Al haber muchas personas que superaron la enfermedad y que además están vacunadas, hay una combinación de inmunidad que es más fuerte.
Para Yepes la vacunación con el esquema completo y la dosis de refuerzo continúan siendo la mejor arma para combatir la pandemia, además del uso de la mascarilla y del distanciamiento físico. Al transmitirse el virus por el aire, la galena destaca también la importancia de promover el uso de aparatos que permitan filtrar el aire, como los medidores de CO2.