Estefania Charco y Jessica Torres, de Esmeraldas, participarán en un diálogo con asambleístas del país con motivo del Día Internacional de la Niña. Foto: Galo Paguay/ EL COMERCIO.
Mañana, 11 de octubre de 2017, y con motivo del Día Internacional de la Niña, se tiene prevista la participación de 25 niñas y adolescentes quienes formarán parte de las sesiones de las 12 comisiones especializadas permanentes de la Asamblea Nacional. Así lo dio a conocer la entidad en su página web.
Liseth Charcopa y Jéssica Torres, de 15 y 17 años, respectivamente, vinieron a Quito con un objetivo: entregar sus propuestas en las comisiones de la Asamblea Nacional. La temática es la erradicación de las drogas en sus comunidades y el fortalecimiento de los derechos de las mujeres.
Los legisladores recibirán a cerca de 500 niñas, quienes realizan esta actividad en el marco del Día Internacional de la Niña, que se celebra cada 11 de octubre.
Charcopa es una joven esmeraldeña, que reside en el recinto Walter, en el cantón Río Verde (Esmeraldas). El principal problema en su comunidad es la drogadicción. Ella ha visto casos de compañeros de colegio, que se ‘pierden’ en los estupefacientes. “Dejan de estudiar y cogen vicios”, explicó la joven.
Charcopa, también, sostuvo que otro tema de interés en el recinto esmeraldeño es el embarazo adolescente. En su comunidad hay varios casos de jóvenes embarazadas, que ya no pueden seguir con sus estudios.
La educación es uno de los pilares para erradicar la drogadicción. Así lo cree Torres, quien también es oriunda de Esmeraldas. Ella sueña convertirse en una maestra para enseñar a sus estudiantes la importancia de conseguir una meta y tener derechos.
Estos deseos se consolidan en los talleres que brinda World Vision, un organismo que educa a los jóvenes en materia de protección de derechos, salud sexual y reproductiva, liderazgo, valores, principios.
Con el objetivo de llegar a más jóvenes, el organismo apunta a la realización de campamentos para dar sus charlas. Esa es una forma de llegar directamente a ellos y evaluar sus necesidades.
En este año, World Vision ha trabajado con 1 000 chicos y en sus comunidades. El objetivo no es solo llegar a los jóvenes sino a sus padres y el resto de los habitantes para lograr un trabajo integral.