Un riesgo de contaminación en Galápagos

La noche del miércoles, el yate Alta se encalló en el islote Caamaño, frente a la isla Santa Cruz, en el archipiélago de Galápagos.

Un total de 16 turistas canadienses y ocho tripulantes del crucero fueron rescatados por el personal de la Armada del Ecuador y de la Dirección del Parque Nacional Galápagos (PNG). Todos estaban ilesos.

A las 19:20, la tripulación del yate comunicó el incidente a la Capitanía de Puerto Ayora. El rescate fue inmediato.

Sin embargo, según detalla un comunicado de prensa enviado por la Dirección Nacional de Espacios Acuáticos de la Armada, “las condiciones del clima y el fuerte oleaje que se registró en la zona no permitieron salvar la embarcación y evacuar los 3 500 galones de diésel que se encontraban en los tanques de almacenamiento del crucero”.

Desde las 05:00, luego del encallamiento, un grupo técnico del Parque Nacional llegó hasta el lugar en una lancha rápida para evaluar los posibles daños ambientales. Hasta ahora, los esfuerzos se centran en mantener a flote la nave para que no se hunda y haya problemas con el diésel.

El yate Alta es una embarcación que mide 46 metros de largo y 7 de ancho. Su capacidad de almacenamiento es de 7 000 galones de diésel, pero al momento de zozobrar solo contaba con la mitad.

La embarcación opera en las islas Galápagos a través de la empresa turística Quasar Nautica Expedition SA.

La lancha guardacostas Isla Española se trasladó de Puerto Baquerizo hasta el islote Caamaño, en la isla Santa Cruz, para iniciar las labores de prevención.

De acuerdo con las autoridades del Parque Nacional, la empresa operadora deberá “hacerse responsable de la remoción de los escombros y de las medidas de mitigación ambiental necesarias”.

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