Entrevista a Arturo Carpio, director de investigaciones de la Universidad de Cuenca.
¿Qué efecto causó la noticia de que Ecuador aparece en el puesto 702 en el ‘ranking’ de las 12 000 universidades del mundo?
Esta información, que puede ser peligrosa, lastima nuestra autoestima. Pone en tela de juicio a nuestras universidades. Pero es una crítica y es bueno comprender que estamos en crisis. Nos pone a la defensiva y en guardia. Pero es injusta, hay que aceptar que hay una cantidad de universidades que están en condiciones de clase E, pero también hay otras que son muy buenas.
¿Por qué EE.UU. e Inglaterra se mantienen en los primeros lugares de esta lista?
Los indicadores que usan no pueden compararse con nuestra realidad. Es como comparar pájaros con gorilas. Los gorilas son más robustos, pero los pájaros pueden volar. Los países del primer mundo, que hicieron estos ‘rankings’ imponen sus propias reglas del juego y por eso tenemos una gran desventaja.
¿Cuáles son los indicadores que ubican a las universidades en estos ‘ranking’?En el ‘ranking’ Times Higher Education tienen tres parámetros: investigación, educación y citación (cuántas veces un artículo científico es citado en la literatura mundial y en otras investigaciones). Estos indicadores están relacionados con el prestigio. La otra encuestadora se fija en la reputación académica y de los empleadores. Preguntan a las grandes empresas cuáles son las universidades más prestigiosas y ninguna menciona a Ecuador.
¿Qué peso tiene la investigación en estas listas?
Este indicador tiene un valor del 30%. Ellos tienen el dinero del mundo para investigación. Los organismos internacionales les financian. Son presupuestos de millones y millones de dólares que nos asustarían. Nosotros estamos lidiando por pocos miles de dólares para eso. Además, nuestros estudios tienen vinculación con la colectividad y tienen impacto en nuestra realidad, que es diferente a sus realidades.
¿Cuál es la relevancia que se le da a la educación?
Tiene un valor del 30%. Hasta aquí tenemos menos el 60% de la calificación. Deberían ver, por ejemplo, si el pénsum está acorde con nuestra realidad.
¿En qué medida el prestigio que dan estos ‘rankings’ atraen a los estudiantes de otros países?
También evalúan el número de extranjeros en las universidades. Nuestras instituciones no tienen esa convocatoria porque esas listas nos desprestigian. Hay que reconocer que Ecuador no ofrece una calidad docente como el primer mundo, pero podemos compartir con alumnos de otros países. Ellos se van a capacitar bien en conocer nuestra realidad.
¿Por qué nuestros investigadores no son citados en otros estudios?
El problema es que tanto las publicaciones como las citaciones son reglas de juego del primer mundo. Sus científicos no se refieren a los ecuatorianos, a los peruanos, sino a los ingleses y estadounidenses. En esto tampoco tendremos buena calificación.
¿Por qué no se ha logrado posicionar mejor la calidad de nuestras universidades?
Son prejuicios. Si alguien pregunta ¿cuál es la mejor universidad del mundo? quizá responda Harvard o Cambridge. Peor aún si hacen esa encuesta en Ecuador, responderán lo mismo. Porque está estigmatizado que somos lo peor del mundo y que el primer mundo es lo mejor.
Pero la inversión que hacen las universidades del primer mundo superan largamente a las de Ecuador…
Sí. La recomendación internacional es que las universidades manejen un presupuesto equivalente al 1% del Producto Interno Bruto (PIB). Estados Unidos tiene cerca del 3 %, Ecuador y la mayor parte de los países latinoamericanos no llegan al 1%. Brasil y México son los que más se acercan. Ecuador tiene el 0,3% según el Gobierno. Hace pocos años, teníamos el 0,06%.
¿Qué pasa con la calidad de las investigaciones en los centros ecuatorianos?
¿Cómo el Gobierno puede exigir mayor calidad si la investigación se hace con dinero? No solo es la capacidad de investigadores, porque eso sí tenemos. Lo que necesitamos es apoyo económico e institucional y se requiere infraestructura.
Si no se toman en cuenta estos parámetros, ¿cómo se debería medir a la universidad ecuatoriana?
Esas listas tienen criterios subjetivos, pero eso no quiere decir que no tengamos que mejorar la calidad de investigación y que la universidad no deba centrarse en el docente. Obviamente que necesitamos una universidad que no solo se dedique a imprimir títulos, sino que eduque con criterio. Desde hace 10 años hay una gran inquietud por investigar. Esto está empezando y creo que en unos años más podremos generar conocimiento. Nosotros somos capaces.
¿La evaluación y acreditación de las instituciones actuales es un paso?
Este proceso es algo que se viene haciendo en los países del primer mundo desde hace rato. En el Ecuador parece que todas las universidades están metidas en el asunto y están puestas la camiseta. Están tratando de hacer lo posible por autoevaluarse y ser evaluados y con base en esto tratar de ver dónde estamos mal.