El director Luis Felipe Fernández-Salvador y la productora Lily Van Ghemen, ambos parte del elenco de ‘A son of man’ participaron recientemente en los festivales de cine de Shanghai y de Taormina. Foto: Cortesía
‘A son of man’ (2019) que funge como la película de mayor presupuesto del cine hecho en Ecuador, pretende romper los límites entre el documental y el cine de ficción. La cinta ecuatoriana experimental obtuvo el premio Grand Prize en la categoría Best feature del Flickers Festival Internacional de Cine de Rhode Island (Estados Unidos), que la exaltó como “una película revolucionaria que despierta nuestros deseos más profundos por explorar lo gran desconocido”.
El filme cuenta de forma simbólica la historia de su director, Luis Felipe Fernández-Salvador y Campodónico, la relación con su padre, con su hijo, y con su novia alemana -Lily van Ghemen, productora del filme-, y la aventura de buscar el tesoro de Atahualpa, presuntamente escondido en la cordillera por el general incaico Rumiñahui.
La película se filmó a lo largo de 10 años en la selva de altura de los Llanganates ecuatorianos, en los flancos orientales donde los Andes se funden con la Amazonia. La expedición del 2017, el último tramo del rodaje, tomó 30 días y 600 horas de grabación.
La idea, según Fernández-Salvador, fue volcar a la gran pantalla “la vida real puesta en escena artísticamente” y de forma simbólica, contar “una historia real con los recursos narrativos y estéticos del cine de ficción”. La cinta fue filmada sin guión ni actores profesionales y en escenarios reales, como parte de su manifiesto artístico. Una historia que pretende inaugurar un nuevo género llamado ‘realismo fantástico’, a un costo de producción de USD 15 millones, debía ser lo suficientemente exótica.
La película ecuatoriana ‘A son of man’ abrirá el Festival Internacional de Cine de Guayaquil el próximo 14 de septiembre. Foto: Cortesía.
“Mi familia ha estado buscando el tesoro de Atahualpa por muchísimos años, por generaciones. Antes que cineasta en realidad soy explorador, llevo explorando el Amazonas y los Andes por 25 años”, le dice Luis Felipe Fernández-Salvador, guayaquileño de 37 años a EL COMERCIO.
La información sobre la ubicación del tesoro incaico de la que dispone su familia ha sido codificada en el filme, “por si alguien quiere arriesgar su vida e ir en su búsqueda“, advierte.
El padre del realizador lo introdujo desde muy temprano en el mundo de la exploración y la idea de la película empezó como una forma de inmortalizar a su progenitor en el cine a través de una experiencia inmersiva, cuenta Luis Felipe, quien firma la producción como Jamaica Noproblem.
Pero su padre, Andrés Fernández-Salvador y Zaldumbide, expropietario de The Tesalia Springs Company, embotelladora de Güitig, falleció en el 2017, a los 92 años, por lo que la película tuvo que dar un vuelco.
Video: YouTube, cuenta: Paracas Independent Films
“La historia de un padre y un hijo que buscan el más grande tesoro del mundo en la jungla de altura, en el alto Amazonas, pasó a involucrar al director con su propio hijo”, remarca Lily van Ghemen, productora alemana del filme y también parte del elenco.
El hijo de 18 años del director, Luis Felipe Fernández-Salvador y Boloña, residente en Estados Unidos, se convierte entonces en coprotagonista.
En el filme, el joven Pipe es invitado por un ermitaño padre a unirse en Ecuador a una búsqueda por el tesoro incaico perdido, pero a medida que se adentran en la jungla tendrá que lidiar con leyendas ancestrales, escenarios increíbles y el peso de demonios familiares.
“Es un hijo con el que no tenía una relación, Lily se convierte en el puente de conexión simbólica entre mi hijo y yo, de alguna manera le creamos este viaje del héroe en el que entra como un niño y sale como un hombre, para capturar esa evolución que la película retrata”, agrega el director, quien hace poca distinción entre el filme y la vida real.
El realizador ecuatoriano Luis Felipe Fernández-Salvador y la alemana Lily Van Ghemen ofrecieron una entrevista a Diario EL COMERCIO en Guayaquil. Foto: Mario Faustos / EL COMERCIO
Las grabaciones en la selva requirieron crear nuevos equipos fílmicos, cámaras a control remoto y estabilizadores para cámaras aéreas. “El valor de producción fue de USD 15 millones, pero hay que tomar en cuenta que la película esta casada con el experimento del género del realismo fantástico y los experimentos cuestan mucho dinero, hoy con la tecnología que desarrollamos se reduciría 10 veces el costo de producción de una película”, agrega el realizador.
Van Ghemen destaca lo que les comentó el cineasta estadounidense Oliver Stone, presidente del jurado del Festival de Cine de Taormina en Sicilia, Italia, en junio pasado. “El comprendió que esta forma de realización puede ser el puente entre los estudios que gastan demasiado dinero y el cine independiente, la escalera del cineasta independiente para saltar la brecha al cine de alto valor de producción”, dijo.
El recorrido de la cinta por festivales
El filme también se presentó en el Festival Internacional de Cine de Shanghai antes de su estreno estadounidense en el Flickers, en Rhode Island. Este viernes 16 de agosto del 2019 tendrá su estreno latinoamericano en Festival de cine Gramado de Brasil.
En Ecuador el estreno comercial está previsto para el 25 de octubre. ‘A son of man’ (Un hijo de hombre) se exhibirá en una función especial sobre el cierre del Festival Internacional de Cine de Quito, que se extenderá desde el 15 al 25 de agosto del 2019, informaron los realizadores de la película.
La cinta ecuatoriana nominada a los Oscar 2019 por Ecuador inaugurará el Festival Internacional de Cine de Guayaquil el próximo 14 de septiembre del 2019.