La profesora Marcela Larrea realiza actividades y enseña a los niños de primero de Básica del Colegio San Gabriel de Quito. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Escoger una escuela para los hijos puede resultar muy complicado y problemático, porque se deben evaluar varios factores que definirán el futuro de los pequeños.
Por ello, a la hora de elegir el lugar en donde estudiarán sus hijos, los padres toman en cuenta tres aspectos principalmente: la infraestructura de las unidades educativas, el uso de tecnología en el aula y la cantidad de horas de inglés que se imparten a la semana.
Bajo este esquema, las escuelas y colegios ofrecen una amplia gama de opciones, que se ajusten a las necesidades de los padres de familia y a veces también a sus horarios de trabajo.
Cuando se trata de evaluar los espacios de las escuelas, los padres prefieren las que tienen amplias áreas verdes, salones cómodos y grandes y accesibilidad para todas las personas.
Para María José Clavijo, madre de Andrés Valencia, de 6 años, este fue uno de los factores fundamentales para poner a su hijo en el Colegio de Liga, ubicado en la Mitad del Mundo.
Al tener mucho espacio y canchas deportivas, se fomentan las actividades extracurriculares: fútbol, básquet, tenis o arte.
Asimismo, el colegio ofrece tareas dirigidas, que evitan que la carga de trabajo se pase al hogar y que los padres deban llegar a revisarlas.
Con el avance de la tecnología y las innovaciones, esta se volvió fundamental para la enseñanza. En Ecuador, según datos del INEC, el grupo que más usa la Internet tiene menos de 16 años, y corresponde al 59% de la población.
Por ello, la relación de los niños con la tecnología y con los avances científicos y su aplicación en las aulas son cada vez más valoradas en el momento de elegir un colegio.
Juan Carlos Paredes prefiere que su pequeño Matías, de 4 años, estudie en una escuela en la cual le enseñen a utilizar un computador y otras herramientas desde muy temprana edad. Él encontró esta oferta en el Colegio Alessandro Volta, donde la educación es laica y trilingüe. Sus aulas son tecnológicas y además los maestros permiten que los niños usen tabletas y celulares, para que se involucren en la tecnología y la utilicen como herramienta de investigación.
El uruguayo Jorge Nájera, experto en educación, dijo a este Diario que no se trata de que los maestros suplanten los libros ni los cuadernos por el uso de la tecnología, sino de crear complementos para mejorar la educación. “El niño aprende con diversión, cuida su salud física y mental y no teme ir a la escuela”.
El desarrollo de las ciencias ha obligado también a que los niños y jóvenes aprendan inglés, porque la mayoría de avances vienen de países angloparlantes, como Estados Unidos o Reino Unido.
Esto también influye en los objetivos de aprendizaje que plantean los padres a sus hijos: la mayoría aspira a que cuando se gradúen puedan hablar fluidamente el idioma.
En el país, a diferencia de las instituciones fiscales, la mayoría de establecimientos particulares ofrecen inglés en su malla curricular, desde Educación Inicial. Los estudiantes reciben esta cátedra hasta 10 horas por semana, en promedio.
Sofía Ortegón visitó tres instituciones particulares antes de escoger la escuela para su hija Amelie, de 4 años. Recorrió las áreas verdes, las aulas y hasta se entrevistó con las autoridades para conocer los modelos educativos que impulsan.
La mujer se decidió por Montebello Academy, ubicada en el valle de Los Chillos, porque consideró que ahí “los niños aprenden a trabajar en equipo y la enseñanza desde la Educación Inicial es en inglés”.
Además, la institución está cerca de su casa, lo que implica que la niña no deba madrugar para llegar a tiempo a la escuela ni llegar tarde a su hogar.
A pesar de que se podría considerar un factor importante, el costo está supeditado a la calidad de la educación. Es decir, los padres prefieren pagar un poco más, si saben que sus hijos aprenderán todo lo que necesiten para desarrollarse profesional y personalmente.
En Quito, la oferta de educación privada es muy amplia y variada. Existen cerca de 800 planteles de educación particular y los costos de sus pensiones varían entre los USD 180, 380, 700 y 1000.