El obispo de la Diócesis de Azogues, Carlos Altamirano Arguello, falleció la madrugada de este viernes 25 de septiembre de 2015 en Quito. A esa ciudad fue trasladado por una complicación en su salud.
El Clero convocó a una reunión para las 10:00 en la Diócesis de Azogues y pedirá a la familia de Altamirano que su cuerpo sea trasladado a esa ciudad para realizar allí sus funerales. Pero no hay certeza que ese pedido sea aceptado porque se conoce que el religioso quería ser enterrado en Quito, dijo el arzobispo de Cuenca, Luis Gerardo Cabrera.
El Monseñor Carlos Altamirano nació en Aloasí, Pichincha, el 13 de marzo de 1942. Realizó sus estudios teológicos y filosóficos en el Seminario Mayor San José de Quito. Recibió la Ordenación Sacerdotal el 29 de junio de 1966.
Ejerció su ministerio pastoral en varias parroquias de la Arquidiócesis de Quito y en la Conferencia Eposicopal colaboró en la Pastoral de las Misiones, Santuarios, Pastoral Indígena y de Trabajadores. El 14 de febrero de 2004 fue nombrado Obispo de la Diócesis de Azogues, por Juan Pablo II.
El vicario general, padre Gerardo González, se hará cargo de la Diócesis mientras el Nuncio cumpla el proceso para nombrar a un nuevo Obispo para la ciudad de Azogues, capital de la provincia de Cañar.