La invitación a ingresar en un agujero negro es tentadora, porque nadie lo ha intentado hasta el momento.
No es un viaje real, sino virtual y el medio para lanzarse a esta aventura espacial es el planetario, situado en el parque La Carolina, al norte de Quito.
La imagen tridimensional del agujero negro se despliega nítida en la cúpula, la pantalla sobre la cual se proyecta el cosmos.
En ese instante, algunos espectadores se agarran más duro de los asientos. La proyección es tan realista que da la impresión de que el agujero absorbe al público.
Con la nueva tecnología digital, este planetario, que tiene cerca de 40 años, busca atraer el interés de niños y adultos.
Ricardo Ayala, encargado del planetario, indica que la tecnología digital reemplazó al clásico sistema electromecánico.
En el sistema tradicional se utiliza una bola con agujeros con una luz adentro. Este mecanismo fue reemplazado por un proyector con tecnología digital.
La empresa que diseñó el sistema se denomina Evans y Sutherland y es la responsable de crear la tecnología Digistar 3 utilizada ahora en el planetario, de la Fundación Mundo Juvenil.
Es una combinación de equipo (hardware) y programas (software) capaces de generar imágenes de inmersión en tiempo real.
Las simulaciones astronómicas tienen mayor realismo.
Esta tecnología no solo permite proyectar imágenes del universo, también incorpora programas para acompañar el aprendizaje de la química, matemáticas, geometría, entre otras materias.
Por eso, Ayala hace hincapié en que los profesores de las escuelas y los colegios deberían recurrir al planetario para complementar las clases en el aula.
Así como se proyectan imágenes de los anillos de Saturno y de la Vía Láctea, el sistema también despliega el intrincado mundo molecular. En la cúpula del planetario aparece, por ejemplo, la molécula TNT que es una combinación entre átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno.
Por el momento, el planetario proyecta ‘El Cohete de Cartón’, que muestra cómo dos niños construyen su propio cohete.
Realizan un viaje fantástico por el Sistema Solar. En febrero del próximo año cambiarán de película. A los colegios, el planetario ofrece la proyección sobre las maravillas del universo.
Una de las primeras imágenes que se observa en esta producción es la Gran Explosión (big bang) que dio lugar al origen del universo. Enseguida se escucha una voz, el relator, que advierte que antes del big bang el concepto de tiempo no existía. Todo era energía. Y entonces surgen las interrogantes. ¿Qué energía hizo que se produjera el big bang?
¿Por qué no había tiempo? ¿Qué había antes del big bang?
Si bien el planetario no tiene todas las respuestas, los jóvenes salen del lugar con muchas inquietudes, listos para emprender una nueva investigación en sus aulas de clase y en sus casas.