Un galpón de 400 metros cuadrados se transformó en el principal escenario de la película ‘Prometeo Deportado’, el primer largometraje de ficción del director guayaquileño Fernando Mieles.
En ese escenario insonorizado, construido y diseñado en uno de los galpones de la Feria de Durán, en Guayaquil, se grabó la mayor parte de la película.
El escenario, que simuló ser una sala de espera de un aeropuerto europeo, congregaba diariamente a 300 actores y actrices durante los rodajes; desde junio a agosto del 2008. Así lo recuerda Oderay Game, productora del filme que se estrenará el 1 de octubre en todas las salas de cine del país.
Ante la falta de un set que reflejara esa sala de espera, la producción decidió recrearla utilizando varios accesorios: sillas, mesas, paredes, ventanales…
El Centro Cívico del Banco Central, el Centro de Convenciones Simón Bolívar y varios sectores emblemáticos de Guayaquil fueron otros escenarios en los que también se filmó la película.
El rodaje del largometraje, que aborda el fenómeno de la migración, en este caso ecuatoriana, se inició en junio del 2008 y duró siete semanas. La filmación se hizo en Guayaquil, por petición del director y creador de la historia de ‘Prometeo Deportado’.
La historia de la película ecuatoriana nació de una experiencia que vivió el director del filme en su juventud. Era 1993 y Mieles terminaba de estudiar cine en Cuba. Allí decidió viajar a España, sin imaginar que al llegar al aeropuerto de Barajas (Madrid) la Policía lo iba a detener.
Su regreso fue aún más complicado. Como Mieles procedía de Cuba, la Policía lo deportó hacia la isla, pero allí tampoco pudo entrar, pues no tenía la visa de ingreso, entonces lo llevaron a Panamá y finalmente a Ecuador.
Esas peripecias precisamente serán reveladas en la cinta, de coproducción venezolana.Según Game, la selección de las localidades tuvo mucho que ver con el hecho de que Mieles sea guayaquileño. “Fernando llevó el agua a su molino, se sentía muy cómodo trabajando en su tierra, pero definitivamente creo que él es un director que puede expresar y manejar los contenidos de cualquier ciudad”.
El apoyo de entidades públicas y privadas de esa ciudad también motivó a grabar la película en esos escenarios. Sin embargo, en la cinta participan actores y actrices de ciudades como Quito, Guayaquil, Cuenca, Ambato, Manabí, Babahoyo y de la Amazonía.
El largometraje de Mieles contó con un presupuesto aproximado de USD 800 000, de los cuales 90 000 provinieron del Consejo Nacional de Cinematografía, tras participar en dos concursos y hacerse acreedor al primer lugar en las categorías Producción (2007) y Postproducción (2009).
Esos datos fueron corroborados por Jorge Luis Serrano, presidente del Consejo, quien además contó las razones por las que el filme, presentado y defendido por Game, se llevó los premios.
Según Serrano, el proyecto sobresalió por sus “propios méritos”, tras evidenciarse una solidez en el presupuesto, por la claridad de sus planes de financiamiento y por la buena conformación del equipo de trabajo.
El financiamiento para realizar la película también llegó a través de Ibermedia y del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía de Venezuela (CNAC). Ellos entregaron USD 150 000 y 100 000, en ese orden. “Es la primera película de ficción ecuatoriana que gana un premio en Ibermedia”, aclaró Serrano.