Bad Bunny enloqueció a Medellín en los dos eventos que brindó en el estadio Atanasio Girardot. “La energía de Medellín se siente desde que llegué. Esta noche lo que hay es party sin parar”, les dijo a sus seguidores que atestaron el escenario el 18 y 19 de noviembre.
Además de sus presentaciones, uno de los hechos que causó sorpresa fue el paseo del cantante por el barrio Provenza, también en la capital antioqueña y considerado uno de los más ‘cool’ del mundo. El artista visitó la zona e ingresó a un bar. Posteriormente, fue vitoreado por sus fanáticos e incluso se besó con una joven.
Su paso por Bogotá también estuvo marcado por la locura. En redes sociales se compartieron videos en los que se puede ver cómo decenas de personas intentaron entrar a la fuerza al estadio El Campín, corriendo hacia las entradas y empujando las vallas que habían sido puestas por seguridad.
“Hubo algunas personas que no tenían la boleta para ingresar al escenario deportivo e intentaron ingresar por la parte occidental. Sin embargo, se activó toda la fuerza que teníamos en el lugar y afortunadamente no hubo lesionados”, comentó el coronel Jader Llerena, oficial de inspección de la Policía Metropolitana de Bogotá, para ‘Caracol Radio’.
Armaron fiestas al no ingresar al concierto
Los seguidores del puertorriqueño armaron fiesta en las inmediaciones del estadio tras los altercados de orden público. “Es triste, pero igual nos lo gozamos acá afuera porque no nos vamos a perder esto por nada del mundo”, expresó Juliana Rodríguez para el sistema informativo de CityTv.
“No alcanzamos a comprar las boletas porque se colapsaron y vine acá a disfrutarlo”, señaló Laura Camila Bernal, otra de las fanáticas que escuchó desde la calle al intérprete de ‘Ojitos Lindos’.
Quejas en la organización del concierto de Bad Bunny
Algunos se sintieron decepcionados al no poder ver el show del boricua. En redes sociales, se han quejado de la supuesta sobreventa de boletas de la tiquetera oficial, el engaño que sufrieron por parte de estafadores y la impuntualidad.
“Estábamos ilusionadas con mi amiga. Hacia las 11 de la mañana nos llegó un mensaje diciendo que no íbamos a poder entrar, supuestamente, por un error de página. Nos pusimos bravas y vinimos a reclamar”, comentó Karen Ortiz a CityTv.
Pese a la búsqueda de explicaciones, según ella, la empresa encargada de las boletas se limitó a decirles que no podían entrar por el “error de página”.
“La plata, ¿quién sabe cuándo nos la devuelvan?”, expresó con molestia mientras escuchaba a su artista favorito desde afuera.
De acuerdo a un asistente del concierto que habló con EL TIEMPO, la organización del evento dejó mucho que desear. A la hora de hacer filas para ingresar al recinto en el que se había organizado el concierto no había ningún tipo de claridad, por lo que pudo ver como las personas se colaban constantemente.
Además, resultó imposible ocupar la silletería asignada, pues en muchos casos los asistentes no respetaban la ubicación exacta en la que habían comprado sus entradas para el concierto del ‘conejo malo’.
“Yo viví el concierto en una escalera porque encontrar el asiento era imposible”, aseguró el fanático contactado por este diario acerca de esta situación.
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