Luego de ocho versiones en las consolas, este viernes (14 de marzo de 2014) llega a las carteleras de cine la cinta de acción sobre ruedas ‘Need for speed’. Una película que explota al máximo un recurso que se extendió en Hollywood junto con el desarrollo de la industria automotriz.
De las decenas de marcas y modelos que han desfilado en las pantallas del cine desde el siglo pasado hasta la actualidad, pocos vehículos han sido los protagonistas de las más intensas escenas de acción que se recogen en una muestra de las más atrevidas persecuciones automovilísticas.
Peter Yates pone en escena una sigilosa persecución que de pronto se convierte en una estrepitosa carrera entre un Ford Mustang GT-390 verde oliva conducido por el detective Bullit (Steve McQueen) y un Dodge Charger R/T negro en el que viajan dos delincuentes y que se inicia en las empinadas calles de San Francisco hacia una autopista cercana, donde la persecución termina en un fatal accidente. Mientras la tensión crece en cada maniobra que se sigue desde las cámaras a bordo de los autos, los derrapes, giros y saltos de ambos vehículos son seguidos por las cámaras externas, en un montaje de ritmo vertiginoso, que le mereció un Oscar a la Mejor edición en 1969. El director Rob Cohen se encargó de revivir algunas tomas de esta legendaria persecución en su película ‘The fast and the furious’, del 2001. En esta cinta, es Dominic Toretto (Vin Diesel) quien conduce el poderoso auto en persecución de los asesinos de su amigo.
Aceras, corredores, escaleras, calles. Son pocos los espacios en los que un Mini Austin no puede atravesar y que Peter Collinson aprovechó para filmar la huida de una banda de ladrones que se apoderan de un botín de oro a través de la Via Roma, sobre el tejado del Palazzo a Vela, la fábrica Lingotto de Fiat e incluso descendiendo los escalones de la iglesia Gran Madre di Dio. Un remake, dirigido por Gary Gray y protagonizado por Mark Wahlberg, Charlize Theron y Jason Statham vuelve a poner en escena dos Mini Cooper y un Mini Cooper S, especialmente construidos para el rodaje. Este modelo vuelve a ser parte de una emocionante persecución en ‘The Bourne identity’ (2002), con Matt Damon al volante.
- ‘Gone in 60 seconds’ (1974)
Es probablemente una de las más largas persecuciones que se han visto en el cine. Son 25 minutos en los que Pace emprende una alocada huída cuando es descubierto a bordo de ‘Eleanor’, un Ford Mustang 1973 robado. El veloz auto amarillo, cuya última versión reaparece en la saga de ‘Transformers’, es perseguido por decenas de patrulleros a través de cinco ciudades. Casi un centenar de vehículos fueron destruidos en esta cinta escrita, dirigida y protagonizada por H.B. Halicki. En el 2000, el director Dominic Sena estrenó el remake de esta cinta con Nicolas Cage en el protagónico y con un Ford Shelby Mustang GT500 reemplazando al clásico Mustang.
- ‘Los Duques de Hazzard’ (2005)
Si de quemar llantas se trata, para eso está el General Lee. Basada en la serie de televisión de los 80, en el 2005 Jay Chandrasekhar estrenó uno de los remakes más entretenidos. En medio de una trama que se sostiene en el humor ligero, Bo Duke (Seann William Scot) sumerge al espectador en una pintoresca persecución al volante de un Dodge Charger anaranjado de dos puertas. The grange, de ZZ Top y Shoot to thrill de AC/DC son suficientes para que Bo Duke de una clase de ‘drifting’ y deje atrás a los patrulleros que los persiguen.
- ‘Quantum of solace’ (2008)
Una imagen que no puede desligarse de la figura de James Bond es el Aston Martin. Desde el DB5 que apareció en ‘Goldfinger’ hasta la última versión del mismo modelo que fue parte de ‘Skyfall’, el Aston Martin ha sido uno de los principales vehículos en las manos del mejor agente secreto del MI6. Todas las cintas de James Bond incluyen emocionantes persecuciones, pero uno de los principales aciertos del director Marc Foster es abrir ‘Quantum of solace’ con un impresionante duelo entre un Aston Martin DBS y un Alfa Romeo filmada en el norte de Italia. Una acción que se sigue en un juego de cámaras y planos que marcan un precipitado ritmo desde el primer momento.