En esta foto de archivo tomada el 27 de noviembre de 2017, el Príncipe Harry de Gran Bretaña y su prometida, la actriz estadounidense Meghan Markle, posan para una fotografía en el Jardín Hundido en el Palacio de Kensington en el oeste de Londres el 27 de noviembre de 2017, luego del anuncio de su compromiso. Foto: Archivo AFP
‘Finding freedom’ (Encontrando la libertad) es el título de un libro que se publicará en agosto de 2020 y detallará cómo se produjo el alejamiento del príncipe Enrique y su esposa Meghan de la familia real británica, sus angustias y la presión que sufrieron.
Según extractos publicados este sábado por diario Times, Enrique, sexto en el orden de sucesión al trono británico, y Meghan hicieron saber, vía su portavoz que no tienen nada que ver con la publicación de este libro, que traza un retrato bastante positivo de ambos y llegará a las librerías el 11 de agosto.
Sin embargo, sus amigos no dudaron en hacer declaraciones a los autores, los periodistas Omid Scobie y Carolyn Durand.
En el libro se afirma que la decisión de alejarse de la familia vino de Enrique, de 35 años, cuando varios diarios comenzaron a ensañarse con la actriz, de 38 años.
Los autores esperan que su obra permita “rectificar” la versión que fue dada de este acontecimiento e insisten en el “agotamiento emocional” de la pareja, que vive actualmente en Los Angeles con su hijo Archie, y describen que dentro del palacio ambos se sentían “solos” y “presionados”.
“Solo podían contar con un puñado de gente en el palacio. Sabían que fuera de ese núcleo restringido ninguna información estaba segura”, dicen los autores, afirmando que hubo varias filtraciones por parte del personal a su servicio, que los amigos del duque y duquesa de Sussex no dudan en calificar de “víboras”.
En su libro, Scobie y Durand afirman que Enrique habría enviado un correo electrónico a la reina Isabel II y a su padre, contándoles que deseaba alejarse de sus deberes reales y pasar más tiempo en el extranjero. “Temiendo alguna filtración”, no entró en detalles y les dijo que quería hablar con ellos en persona.
“Pese a varios intentos” de organizar una cita con la reina a principios de enero, no se pudo concretar el encuentro, lo que llevó al anuncio sorprendente del 8 de enero, que fue muy criticado por la prensa británica, sobre todo porque la pareja no habría avisado previamente a la reina.