La más reciente novela de Paul Auster ensaya las cuatro posibles vidas de Ferguson, a lo largo de su paso de la niñez hacia la adultez.
Pero no se trata de las peripecias de cualquiera de los cuatro Ferguson (el protagonista de ‘4321’) que coexisten en ella, sino: 1) de la repetición como estructura narrativa, como forma de asir la memoria, como dispositivo para tratar de entender el mundo y como sustancia imprescindible de cualquier arte, en este caso de la escritura; 2) de lecturas y escrituras, o sea, de literatura; y 3) de Estados Unidos, ese complejo tapiz humano que no se puede tratar de entender ni contar de una sola manera.
Hay que tener tiempo y voluntad, dos bienes escasos hoy, además de un cierto músculo lector, para entrar por completo en ‘4321’ (Henry Holt, 2017). Un experimento demandante y desafiante a la vez. Agotador, a ratos. Y que vale absolutamente la pena. Al llegar a la página 866, es imposible no esbozar una sonrisa, pues solo hasta ese momento, el autor deja ver los hilos que han movido la historia. Además lo hace con humor, con un remate finísimo solo posible en las manos curtidas y la mirada afilada de un artesano de primer nivel.
En el amplio universo de la narrativa, no es nueva la estructura escogida por Auster (Newark, New Jersey, EE.UU., 1947) para esta, su decimoséptima novela: un mismo protagonista viviendo un evento o un período o de formas distintas, según el camino que haya escogido tomar o por la intervención del azar con un factor ajeno a la voluntad del protagonista. Por poner solo un ejemplo de inicios del siglo XXI en la literatura en español: ‘La loca de la casa’, de Rosa Montero (Alfaguara, 2003).
Y como cita una reseña del libro de Auster, publicada el año pasado en The New York Times, en el 2013 en el mundo anglosajón lo hizo también Kate Atkinson con ‘Life after Life’. En el cine, las películas ‘Run Lola Run’, dirigida por Tom Twyker, o ‘Blind Chance’, de Krzysztof Kieslowsky, hacen ejercicios del mismo tipo.
Sí, la fórmula no es nueva, pero revestida de la prosa deliciosa de Auster eso no es lo importante. Eso sí, es la primera vez que él escribe un libro tan voluminoso y que se aventura a experimentar en este sentido, lo cual también habla de una voluntad de indagar en la escritura, de no acomodarse, y de un brío propio de quien comienza un camino.
Aunque en varias entrevistas, como la que dio el año pasado a El País de España, ha sugerido que quizá esta sea su última obra de ficción. Se cumpla o no su anuncio, la vasta obra producida por Auster en ensayo, memoria, ficción y poesía ya le ha reservado un espacio entre los escritores memorables de los siglos XX y XXI.
‘4321’, como ya se adelanta en las solapas del libro es, en efecto, un ejercicio de repetición: una especie de juego en el que estas dos palabras ‘y si…’ puestas por delante de cada una de las vidas que Auster ensaya para Ferguson son determinantes. ‘Y si’ hay una muerte cercana; ‘y si’ por una vez o en un aspecto no soy como la norma dicta que debo ser; ‘y si’ una pelea en un bar me quita la oportunidad de mi vida…
De cada una de esas posibilidades se desprende un curso de los acontecimientos completamente distinto; en este caso, cuatro vidas distintas, con algunos elementos y situaciones en común, que, sin embargo, se asumen de formas distintas, según el Ferguson de turno.
En la descripción morosa de situaciones e ideas que caracteriza toda la novela, hay una reflexión tácita respecto de nuestras propias decisiones pero también de los entornos, sobre todo sociales, que nos han tocado en suerte.No es un ensayo sobre la fatalidad (en el sentido de destino), pero podría serlo. Tampoco lo es sobre la fugacidad pero, igualmente, la repetición de hechos como las protestas estudiantiles en Estados Unidos contra la Guerra de Vietnam lleva a plantearse si no será necesario detenernos y volver a ver –además desde distintas perspectivas– los hechos, y con ellos a las personas, para empezar a entenderlos.
La atmósfera de hiperinformación en la que vivimos hoy es incompatible con esta revisión detallada, lenta y repetitiva de un momento que plantea ‘4321’. Y como suele pasar con el arte de los grandes artistas, la repetición de motivos, de lugares, de personajes, de manías (puede tomar años, una vida incluso, decantar una idea) es parte de esta novela: está, por supuesto, Nueva York, ciudad indisociable de la obra de Auster; hombres que escriben; también el béisbol, Montaigne o, esto sí más a manera de curiosidad, la ‘libreta roja’, que ya apareció en ‘Ciudad de Cristal’, una de las tres historias que conforman ‘Trilogía de Nueva York’.
En esta novela, el autor también está haciendo metaliteratura. En una de las posibles vidas de Ferguson, este escribe una breve historia sobre un hombre que llega con su auto a una encrucijada de caminos y debe decidir cuál de los tres tomar. De hecho, aquí Auster deja ver a través de la explicación que Ferguson da a un profesor de literatura la hechura y la mecánica de su idea, en un sentido estrictamente literario y didáctico. El relato se llama ‘Right, Left or Straight Ahead’ (Derecha, izquierda o recto) y según el camino que escoge el personaje, le ocurre algo distinto, pero tampoco tan distinto.
Exactamente como sucede en ‘4321’, según qué opción tome Ferguson o alguno de los personajes que lo acompañan en sus distintas vidas. Ferguson, en todas sus versiones, escribe; no siempre lo mismo ni de la misma manera, pero escribe. Es por eso que Auster se embarca, de manera casi autobiográfica a compartir sus lecturas de niñez, adolescencia y primera adultez (entrevistas pasadas en las que habla de sus lecturas, dejan reconocer que Ferguson y Auster han leído lo mismo). Es un paseo erudito por la literatura del canon occidental vigente en los años 50 y 60 del siglo XX. Igualmente hay cine y música en esta novela; pero nada es gratuito, Auster no es un pedante, y cada mención a un disco, una película, un actor, un director de orquesta, un poeta o un prosista tiene razón de ser en el contexto de la construcción de la vida de ese pequeño que se encuentra en la difícil tarea de volverse un hombre.
Y, finalmente, ‘4321’ es una novela sobre Estados Unidos. Es inevitable preguntarse repetidas veces, a medida que se avanza, si el autor no quiso explicar(se) su país de ahora mirando y relatando su país del pasado reciente; por lo menos de un pasado que, justo hacia la mitad del siglo pasado, definió a la sociedad estadounidense actual. A través de los hechos que rodean la vida de los cuatro Ferguson, Auster logra que quien los lee ponga en perspectiva lo que pasa hoy; y que entienda mejor de dónde viene todo eso que se antoja incomprensible.
Por ejemplo, los años 60, desde mediados sobre todo, fueron durísimos en Estados Unidos, con un sinnúmero de conmociones, una tras otra: la Guerra de Vietnam, las revueltas de Newark, el asesinato de Martin Luther King… Muertos, protestas, frustración, enfrentamiento social, saqueos, la comunidad negra harta de su subordinación y los fanáticos de la supremacía blanca contraatacando.Con la vida y el país revueltos, uno de los cuatro Ferguson, a propósito de la Guerra de Vietnam, dice: “A partir de ese momento, era imposible pronunciar la palabra América sin pensar también en la palabra locura”. Una afirmación que aplica perfectamente a nuestros días.
Hoja de vida
Paul Auster nació en Estados Unidos en 1947. Es un escritor que antes de empezar a publicar narrativa de ficción, cuando tenía 30 años, había incursionado en la poesía, el ensayo y la traducción. Auster es muy versátil, por lo cual también escribe memoria y autobiografía y ha hecho cine, como guionista. ‘4321’ es su decimoséptima novela, y ha dicho que quizá sea la última.