Colores y texturas que dan calidez

Modelos: Simone Chiriboga, Nicolás Egas y Samantha Orozco / DIS Management. Vestimenta: The Designers Society. Foto: Fotos: Patricio Terán / EL COMERCIO

Modelos: Simone Chiriboga, Nicolás Egas y Samantha Orozco / DIS Management. Vestimenta: The Designers Society. Foto: Fotos: Patricio Terán / EL COMERCIO

Modelos: Simone Chiriboga, Nicolás Egas y Samantha Orozco / DIS Management. Vestimenta: The Designers Society. Foto: Fotos: Patricio Terán / EL COMERCIO

El invierno es sinónimo de sacos y chompas de materiales pesados; sin embargo, no son la única opción para protegerse del frío. En ciudades como Quito, donde la temperatura cambia mucho a lo largo del día, deben preferirse prendas que generen calidez, pero que sean fáciles de llevar.

Los colores tierra y las texturas suaves o aterciopeladas son elementos que convierten a una prenda en abrigada, de acuerdo con la estilista Estefanía Córdova.

La experta propuso tres ‘looks’ con prendas de marcas ecuatorianas, pero adaptadas a la temporada fría. “Lo primero que tomamos en cuenta es el color”, dice Córdova.

La paleta de colores está dominada por los beige y marrón. Estos tonos, principalmente los neutros y nudes, han estado de moda ya un par de años, pues son fáciles de combinar. Además, explica la estilista, crean un efecto de calidez y bienestar. Esto los convierte en ideales para esta temporada de clima variable.

La ventaja de los colores neutros es que un cambio de ropa puede tener prendas de varios tonos de un mismo color o también se pueden combinar fácilmente con colores vivos o neones.

Córdova también tomó en cuenta los materiales de la ropa. Para el primer ‘outfit’ eligió una blusa azul desaturado, de Mina Jatun, que es liviana y suave al tacto. La chaqueta de mezclilla, de la marca Amazonas, es una prenda que puede usarse a lo largo de todo el año, pues protege y es versátil.

El pantalón del primer estilo, de Manu by Mickaela Alarcón, es de un material aterciopelado que abriga. Su corte, al mismo tiempo, crea una imagen con movimiento. La definición de este ‘look’ depende del calzado. Con tacones será más elegante, con botines será cálido y con zapatos deportivos se verá urbano.

El segundo ‘look’ tiene los elementos clásicos del estilo rockero masculino, pero está “suavizado”, dice Córdova, por el uso de los colores tierra. La chompa de cuero, de Mimika, es una de las prendas que más protección ofrece, pues este material no solo da calor sino que también evita que entren el frío y las gotas de lluvia.

La chompa puede combinarse con un buzo o camiseta de cuello redondo, de una mezcla de algodón y poliéster, un jean con efecto de lavado y todo tipo de botines casuales.

En el último estilo propuesto por Córdova se destacan los tonos de moda: neutros y neones. También sobresalen los volúmenes, que regresaron de las décadas de los 80 y 90 para ofrecer mayor presencia y comodidad.

La blusa amarillo neón, de Mestizza, es de una tela rib, que abriga. La chaqueta abombada es de la marca Payupa. Por último, el pantalón también es de Mestizza. Esta prenda es de cuero, un material que es perfecto para los días fríos.

La estilista aconseja la vestimenta en capas, pues en la capital el día puede amanecer muy frío, pasar por mucho sol a mediodía, y volver al frío en la tarde y noche.

Usar prendas grandes y pesadas, como un abrigo, puede ser contraproducente. Las chaquetas y chompas deben ser fáciles de llevar, en caso de que sea necesario retirarlas.

Los accesorios son un complemento ideal. Prendas como bufandas ayudan a abrigar. Al ser pequeñas, se las puede guardar en una bolsa .

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