Chelito llegó a Loja en el 2003 desde Santiago de Chile. Foto: archivo EL COMERCIO
Ayer, 24 de mayo del 2017, dos jirafas llegaron al Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito para ser trasladadas hasta Loja, en el sur del Ecuador, al zoológico de la ciudad. Según Andrés Ortega, médico veterinario, “se trata de un macho y una hembra que vinieron de un zoocriadero estadounidense en compartimentos separados y luego les colocaron en un camión para trasladarlos por vía terrestre” hacia esa ciudad.
En enero pasado, el alcalde esa ciudad, Bolívar Castillo, dijo que la adquisición se hizo por pedido de los lojanos para reemplazar la ausencia de Chelito, la jirafa que vivió cinco años en el Bioparque Orillas del Zamora y que murió en octubre del 2008.
Chelito era la principal atracción del zoológico y la única de su especie en el Ecuador. La jirafa, de más de cinco metros de altura, llegó a la ciudad en el 2003 desde Santiago de Chile, por vía terrestre. En ese entonces, tenía aproximadamente un año de edad, según los archivos de los informes médicos citados por diario El Mercurio.
El animal vivía en un área de 10 metros cuadrados, cubierta por un techo de madera y paja, donde tenía áreas para comer y beber. En el 2006, la jirafa presentó problemas digestivos debido a la dieta que consumía. El exceso de alfalfa y fruta, parte del menú que habían asignado los técnicos desde su lugar de origen, le generaron inconvenientes. Luego, tras un cambio de alimentación, Chelito se recuperó, señaló el medio.
En octubre del 2008, Loja amaneció con la noticia de que Chelito había muerto. Patricio Narváez Figueroa, coordinador general del Municipio de la urbe, corroboró el deceso de la jirafa de seis años y ocho meses de edad.
Según información de diario La Hora de noviembre del 2008, la muerte se debió a una insuficiencia cardíaca degenerada de una neumonía y mal funcionamiento del hígado, cuyo origen es infeccioso y podía ser bacteriano o viral. Aquella infección provocó un taponamiento cardíaco.
La información proporcionada en se entonces por el doctor encargado de la necropsia (autopsia), la muerte del animal se produjo por un síndrome llamado Ascitis, es decir, se encontró agua en el abdomen que afectó al corazón y los pulmones.
Loja guardó luto por la muerte del mamífero más querido y visitado por locales y turistas, incluso se organizó una marcha para dar ‘el último adiós’ a Chelito.
Chelito medía más de cinco metros de altura. Foto: archivo EL COMERCIO