Brasil 2014 no ha sido solamente el Mundial de Fútbol de las definiciones a último minuto, de las sorpresas de los equipos ‘pequeños’ o de la protesta social.
Esta edición del Campeonato, además de existir en los estadios y en las transmisiones radiales y televisivas, se ha construido en la televisión social; es decir, en la concurrencia de la señal en directo y en las redes sociales: el fenómeno de la segunda pantalla.
Los nuevos hábitos implican mirar la televisión y, al mismo tiempo, usar teléfonos inteligentes u ordenadores portátiles, para intercambiar mensajes, comentarios o actualizaciones de estado.
Según Yahoo! y Nielsen, el 86% de los usuarios de Internet utilizan su celular al mismo tiempo que miran la TV; el 25 %, para buscar información sobre los contenidos; el 40%, para compartir su experiencia.
Esta práctica sustentada en la tecnología, y propia de tiempos de hiperconexión, se aplica con frecuencia a las series de TV. El éxito de ‘Juego de Tronos’, ‘True Detective’, ‘Community’ o ‘The Walking Dead’ se debe, en gran medida, a la reacción de las audiencias que mediante su interacción generan sentido de comunidad.
Además de las galas de premiación (Oscar o Grammy), los eventos deportivos han sido los más comentados. Tal fue el caso de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y de las recientes ediciones del Super Bowl, que marcaron picos de audiencia y generaron ‘trending topics’ en las redes sociales.
La data sobre Brasil 2014 ha circulado incluso desde antes de que la cita se iniciara. Twitter indicó que antes de la ceremonia de apertura esta edición del torneo ya había producido más entradas que todo Sudáfrica 2010.
Con ello, se augura que la suma de ‘posts’ hasta el 13 de julio convierta a este evento deportivo en el más social de la historia.
Jugadas polémicas y arbitrajes cuestionados, menciones de elementos extradeportivos y denuncias contra organismos de poder han generado múltiples reacciones en las redes sociales; las mismas que incluyen el factor cualitativo, además del cuantitativo como sistema de medición ante lo transmitido.
Para el espectador, ver el Mundial no es un experiencia pasiva. No son solamente espacios para la discusión, sino plataformas para el humor -los memes se reproducen tras cada encuentro- y también para el comentario virulento, escudado tras el fanatismo, el nacionalismo o la pasión.
La interacción de los espectadores se da como conversaciones espontáneas, como debates propiciados por portales especializados y también se moviliza desde los mismos canales de TV. La estrategia más común es el posicionamiento de un ‘hashtag’ (Twitter creó el ‘hashflag’), que resume el hecho, vincula a una personalidad del deporte o promociona una marca patrocinadora.
Messi, Ronaldo, Suárez, Robben, Neymar han sido las celebridades con más menciones, según AddThis. Y los futbolistas mismo han hallado en las redes un camino para acercarse a su hinchada y fomentar su popularidad a través de cartas, fotografías u ofertas de disculpas.
Lo que deja Brasil 2014, en relación con la televisión social, además de una fuerte herramienta de mercadeo, es que ya no hace falta estar juntos para sentir que no estamos solos ante la victoria o la derrota.
La explosión de memes y los futbolistas desde su perfil de facebook
El ‘piscinazo’ de Robben
La imagen del jugador holandés saltó a las redes tras el penal que eliminó a México de este certamen. El histriónico gesto se ha añadido a diferentes imágenes, desde obras de arte, hasta videos pop.
La mordida de Suárez. Cientos de memes han sido generados haciendo burla de la mordida que le significó una sanción de la FIFA al uruguayo Luis Suárez. También promovió una tendencia en fotografías bajo el término ‘Suarezing’.
El fracaso de España. Los noviazgos de Íker Casillas y Sara Carbonero y de Gerard Piqué y Shakira fueron motivos para el humor después de la eliminación del seleccionado español en la primera fase del campeonato.
Jugadas en ‘Face’. Lionel Messi compartió fotos tras el triunfo de Argentina ante Suiza. James Rodríguez sumó 6,7 millones de ‘Me gusta’. Christian Noboa ofreció disculpas a los ecuatorianos y la cuenta de Énner Valencia fue plagiada.