Solo los casos de emergencia mayor son atendidos en el Hospital del IESS de Santo Domingo. El resto, los ‘comunes’, deben esperar a que se resuelva la falta de personal en la casa de salud. Desde ayer, 101 funcionarios no pudieron volver a sus puestos de trabajo. La mayoría cumplió su tiempo de contrato y no se les renovó a tiempo.
A través de un memorando de la Dirección Nacional de Gestión de Talento Humano se dispuso a las direcciones provinciales del país que: “Ningún trabajador podrá ingresar a laborar a las unidades médicas y dependencias de la institución sin que previamente se haya suscrito dicho documento”.
Esto generó colapso en los principales servicios del hospital. Cintia Moya llegó desde La Concordia para que le practicaran un eco, pero no hubo quién se lo haga. “Es el colmo. El turno para el eco me lo dieron hace cuatro meses. Tuve que esperar todo ese tiempo y ahora me salen con que no pueden atenderme”.
Ella pidió permiso en su trabajo para no perder la cita y fue acompañada de su esposo. Reclamaron por la atención y tras insistir les pidieron que volviesen en la tarde. “Ahora tengo que pagar almuerzo, pasajes, por un mal servicio del IESS. Encima debemos aguantar los malos tratos de enfermeras”.
El director del hospital, Carlos Carrión, no quiso referirse al tema. Estuvo en su despacho a las 12:00.
El único que lo hizo fue Patricio Reyes, director provincial. Él confirmó que esos 101 funcionarios cesados representan el 50% del personal que laboraba en el hospital en puestos claves. Por eso cree que se ha entrado en un estado de emergencia.
94 de los funcionarios eran del área médica. Es decir enfermeras, residentes, médicos generales y especialistas. “Hemos tenido que activar un plan para priorizar áreas como emergencias, donde solo hay un residente, cuando deberíamos tener mínimo dos”.
También se están remitiendo los casos más graves a las tres clínicas privadas con las que el IESS tiene convenios. Pero tampoco se pueden atender todos los casos.
José Zambrano estaba ayer preocupado porque su hijo de ocho años necesitaba ser trasladado de urgencia a Guayaquil. Le dijeron que no había especialistas que autoricen el pase y que tampoco había ambulancia disponible.
El pequeño fue operado del corazón hace tres años y el 25 de diciembre pasado presentó fiebre y vómito. “Los médicos que lo atendieron hasta antes de fin de año me dijeron que puede ser algo del hígado”, señaló su padre. “Pero no hay quién lo vea y estamos preocupados, porque está ya sin fuerzas. No hay cardiólogos ni especialistas para el hígado”.
Para Zambrano, el IESS debió fijar un plan de contingencia y garantizar la atención, antes de impedir que los médicos sin contratos vuelvan a sus puestos de trabajo. Hay quienes ya cumplieron dos años de servicio y la Ley impide volver a contratarlos bajo la misma figura jurídica. Por lo que se debe convocar a concursos para cubrir las plazas. El hospital tiene 406 partidas y ahora quedan por cubrir cerca de 200.