Los principios de reserva de ley y de unidad jurisdiccional son expresiones fundamentales de la división de las funciones del Estado. Constituyen la sustancia de la República, entendida como la organización política al servicio de la gente, sometida a la ley, respetuosa de los derechos y con claras limitaciones al poder y a la burocracia. Precisamente por caracterizar a la República liberal, esos principios están expuestos a frecuentes distorsiones, interpretaciones interesadas y a modificaciones que provienen de las tendencias estatistas.