Se considera plástico de un solo uso o desechable a los utensilios que están concebidos para ser utilizados en un corto plazo de tiempo. Esta medida se inicia con la prohibición de la entrega de sorbetes en Quito. La multa para quienes incumplan la disposición es de un salario básico o USD 400.
“Sin sorbete, gracias”, responde Alejandra Domínguez al comprar su almuerzo en el centro de Buenos Aires. En menos de seis meses, la suya ya no será más una opción, pues regirá una prohibición total a los sorbetes de plástico en la ciudad.