Colgar selfis en las redes sociales junto a una nutria u otros animales amenazados de desaparición puede parecer algo trivial, pero los ecologistas afirman que esta práctica podría precisamente desembocar en la extinción de algunas especies.
Después de volverse una sensación global en la última década, las selfis, o autorretratos, han matado cinco veces más personas que los ataques de tiburón. Y la tendencia está en aumento, con el surgimiento de accesorios y la sofisticación constante de los teléfonos inteligentes.
¡Cuidado, selfis mortales!: el segundo parque nacional más visitado de Estados Unidos, el Gran Cañón, registra esta primavera boreal un pico inusual de muertes accidentales. A pesar de los llamados a la prudencia, los visitantes siguen tomando riesgos.