Cuando en 1979 se dio la transición de la dictadura al régimen constitucional, el ascenso del reformismo que robusteció la presencia estatal en la economía se estaba agotando, y avanzaban propuestas privatistas de reducir el Estado y aplicar medidas de ajuste para superar la recesión. Se levantó el movimiento social liderado por el FUT. Luego, ya en los noventa, los indígenas irrumpieron en la escena. Además de reivindicar sus derechos, articularon la resistencia al neoliberalismo.