En octubre del 2018 Roman Reigns reveló que padece leucemia, abandonó el cuadrilátero y renunció al título de la WWE para dedicarse de lleno a ‘pelear’ contra el cáncer. Es por eso que sorprendió a todos los fanáticos de la lucha libre al aparecer la noche del lunes 25 de febrero del 2019 en el 'Monday Night Raw' anunciando su regreso tras la remisión de su enfermedad.