Un joven de 19 años recibió una sentencia de 34 años y ocho meses de cárcel por el asesinato de Mariana Granja. El crimen fue cometido a inicios de febrero del 2020 y la víctima fue una mujer de 68 años que hacía voluntariado con niños diagnosticados con cáncer. Su asesinato conmocionó a la capital.
Los soldados tenían chalecos antibalas, cascos y fusiles. El jueves 6 de febrero del 2020, a las 16:00, llegaron en un camión militar al parque La Alameda, en el centro de Quito, para realizar un control de armas y de municiones.
Testigos, peritos y agentes de Criminalística hicieron la reconstrucción de los hechos del asalto en el que Mariana Granja fue atacada con disparos, en los exteriores de un centro comercial del norte de Quito. Los uniformados cerraron el tránsito en la avenida Amazonas para recrear el momento en el que la mujer fue asesinada por un joven.
En la Comisaría del distrito La Mariscal se informó que el extranjero de 19 años, procesado por el asesinato de Mariana Granja, de 68, trabajó como 'flayero' en ese concurrido sector que tiene una población flotante de 70 000 personas entre miércoles y domingo.
Siete días después del asesinato de Mariana Granja, agentes investigadores realizaron ayer (viernes 7 de febrero del 2020) la reconstrucción de los hechos en los exteriores de un centro comercial del norte de Quito.
El operativo inició a las 10:20 en el sector del parque La Carolina, en el norte de Quito. 22 policías recorrieron en motos y en un patrullero las calles de este sector durante la mañana de este martes 4 de febrero del 2020.
"Ya estamos hartos de la inseguridad, de no poder caminar tranquilos. Hoy fue Marianita, mañana podemos ser nosotros", gritaba Rocío Carrillo, de 63 años, prima de Mariana Granja, quién fue asesinada el sábado 1 de febrero del 2020 por resistirse a un robo en la avenida Amazonas y Naciones Unidas, en el norte de Quito.
Mariana trabajó 15 años como voluntaria en la Fundación Cecilia Rivadeneira. Era quien acompañaba a los niños con cáncer a sus terapias y quien consolaba a las madres que perdían a sus hijos en la batalla; era formadora de voluntarios y participada de todas las colectas públicas, juegos, viajes y cualquier iniciativa que implicara servir a los demás.