Unos dicen que la palabra es una fuente de purificación. Pero Marialuz Albuja piensa todo lo contrario. Ella la mira como un elemento más que sirve en el exorcismo de la mente humana; para sacar a la luz a los fantasmas que anidan en el inconsciente de las personas. Solo creyendo esto la escritora pudo publicar 'Detrás de la brisa', un poemario en el que confluyen todos los miedos y pesadillas de la autora quiteña.