¿Es necesario que en un grupo de personas exista un líder fuerte que conduzca a los demás al sitio deseado por él? Mi opinión es que no es positivo. Sostengo que si hay un ser cuya personalidad arrasa con la de los demás, éste hará lo que a él le convenga, no al equipo. Buscará su permanencia y figuración. Llevará el "balón" a su cancha, y su posición de capitán hará que el resto trabaje a su ritmo, no al del grupo. En muchas oportunidades el resto de los integrantes del "team" se preocuparán de ese líder (talvez por temor), dejando a los demás sin opción a participar a pesar de que las ideas, criterios o posiciones sean mejores. Aquí se pierde la dignidad. En este caso el juego es individualista, egoísta. De beneficio para una sola persona: la del "dueño" de la pelota.