Profundamente consternado por el lamentable asesinato de los señores Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, quienes se encontraban secuestrados en la frontera con Colombia; en nombre del Gobierno de Chile, del mío propio y de los funcionarios de esta Embajada, le hago llegar nuestros más profundos sentimientos de condolencias y expresiones de solidaridad ante tan irreparable pérdida.