¿Y si nos equivocamos?

Antes de evaluar al Gobierno hay que tomar en cuenta dos datos fundamentales. Primero, con el presente Gobierno la pobreza ha disminuido de manera continua y significativa. Los datos del Banco Mundial muestran un progreso claro (los datos del BM son normalmente muy fiables, pero si además tomamos en cuenta la relación tensa que ha tenido con el Gobierno, no se puede criticar esa información de estar ideológica o políticamente sesgada).

La tasa de pobreza nacional -el porcentaje de población viviendo bajo la línea de pobreza- era del 37,6% cuando Correa asumió el poder. Desde ese momento, cada año (salvo el 2009 donde hubo una degradación de 0,9%, que no es reprochable puesto que el resto del mundo temblaba debido a la crisis financiera) esa cifra se ha reducido; en el 2012 estuvimos 27,3%.

Segundo, el Ecuador ha tenido un crecimiento sostenido. El PIB del Ecuador ha crecido ininterrumpidamente desde que llegó el nuevo Régimen. Incluso en el 2009 cuando el resto de países se sumergía en la contracción económica de la crisis, nosotros crecimos 0,9%. Y ese crecimiento no se explica solo por el empuje del desarrollo regional, porque salvo en 2 años -el 2007 y 2010- hemos crecido por encima de la media de América Latina y el Caribe.

Desde hace 6 años crecemos sostenidamente y al mismo tiempo reducimos la pobreza; ¿qué "pero" podemos argumentar en contra de esto? Personalmente, si veo que un país logra esa combinación, tengo muchos problemas (léase me rehúso) a calificar al Gobierno correspondiente de puramente "negativo".

Y todos los escándalos y combates que se han dado, pienso por ejemplo en el tema de la libertad de expresión o la actitud del Presidente que muchas veces se criticó, ¿puede ser que era el precio que se tenía que pagar? Viendo la realidad en retrospectiva, ¿qué hubiera dejado pasar, usted señor lector, a cambio de reducir nuestra pobreza durante 6 años? Además, comienza a volverse difícil argumentar que se trata de mejoras temporales, que ninguna verdadera infraestructura ha cambiado, puesto que 6 años es un periodo significativo.

Entiéndaseme bien, no digo en absoluto que el Gobierno ha sido perfecto o que no ha habido errores. Yo, particularmente he sido muy crítico, y sigo sosteniendo muchas críticas. No puedo asegurar con certeza un futuro brillante para el Ecuador, pero tampoco puedo obviar esos datos clave.

Lo que sí es claro es que si se critica a mansalva se puede caer en el rol de profetas del desastre y ser un desastre de profetas; y salvo que se esté generando una crisis en nuestra economía, puede que la historia termine encasillándonos en la categoría de agrios críticos que no olieron el tiempo de cambio.

Conclusión, hay que seguir criticando, pero constructivamente y con una visión de los progresos que ya se han conseguido.