Bloomberg Business reveló que Venezuela es el país más “desdichado” del mundo. La aseveración surge de una fórmula del economista norteamericano Arthur Okun. Se suma el nivel de desempleo e índice de precios. Con ambos se compila el “Misery Index”.
Según este, Venezuela tiene la inflación más alta del planeta, reflejada en el índice de precios, aunque su nivel de desempleo es bajo: menor al 7%, pues la mayoría está empleada en el sector público, luego que miles de empresas cerraran por las medidas antieconómicas del chavismo.
Inflación y desempleo son factores desgraciados en cualquier sociedad, pero yo agregaría otros ocho para construir el decálogo de las desdichas capitales.
El tercero sería: Desabastecimiento. Pasarse la vida en una fila para conseguir algo es una maldición materializada en los países socialistas con economía centralizada y controles de precios. Los venezolanos ya descubrieron el horror de pelearse para comprar pollo o papel higiénico.
Cuarto factor: Porcentaje de delitos. Es espantoso vivir encerrado, bajo un virtual toque de queda. Según el International Crime Index, que computa una docena de violaciones de la ley, Venezuela es el segundo país en número de delitos (84,07). El peor, Sudán del Sur (85,32). Más de 50 se considera una sociedad peligrosa. Singapur, la menos peligrosa: 17,59.
Quinto factor: Nivel de corrupción en la administración pública. Por ser delitos ocultos, se confía en la opinión general. Según ello, Transparencia Internacional cataloga a Venezuela como una pocilga. Es el 160 de 175 países escrutados. El peor de Hispanoamérica.
Sexto factor: Protección y calidad de la justicia. Si cuando usted tiembla, llama a la Policía para que lo proteja, es buena señal. Si cuando la Policía se le acerca, usted tiembla, la situación es grave. Al trabajo de los agentes deben agregarse leyes razonables, jueces justos, procesos rápidos y cero impunidad.
Séptimo factor: La movilidad social. Esa posibilidad de mejorar la calidad de vida con el esfuerzo propio. No hay situación más triste que saber que, hagas lo que hagas, lo más probable es que mañana tu vida será peor que hoy.
Octavo factor: El PIB o suma del valor de los bienes y servicios producidos por la sociedad en un año. La repartición puede ser desigual, pero hay correlación entre el PIB per cápita y la calidad de vida. El Índice de Desarrollo Humano que publica la ONU lo encabezan los 20 países con mayor PIB per cápita del mundo.
Noveno elemento: La libertad. Sin mencionarlo, los países menos libres –donde la camarilla gobernante maneja todas las ideas, toma las decisiones e impone sus dogmas por la fuerza– son los más pobres y menos dichosos.
Décimo elemento: Los emigrantes. Cuando emigran los más educados, los emprendedores y personas que podrían labrarse un buen porvenir en la patria donde nacieron –como los venezolanos– es señal de que estamos ante sociedades fallidas.