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Primaria presidencial

Con la perspectiva de enfrentar a la probable intención reeleccionista del presidente Correa, ya se vislumbra la candidatura del banquero Guillermo Lasso y se advierte que el magnate Álvaro Noboa no dejará de presentar su candidatura. Por el lado de la izquierda descontenta suena el nombre de Alberto Acosta y surgirá un candidato del Movimiento Popular Democrático. Por la tendencia de centroizquierda es previsible que aparezcan las candidaturas de Paco Moncayo y César Montúfar. Los populistas sin pensamiento ideológico presentarán a Lucio Gutiérrez y aparecerán varias candidaturas de ambiciosos que no representan a nadie.

Con este panorama, Correa ganaría las elecciones en la primera vuelta. Frente a esto cabe pensar si es posible hacer en Ecuador una elección primaria, de donde salga el candidato ganador que sería apoyado por todos los que se oponen a que el presidente Correa sea reelecto. Ahora bien, este proceso debe ser limpio, en donde todos tengan la misma oportunidad de pugnar por el triunfo, para lo cual el Estado debe garantizar su transparencia y financiar su promoción y propaganda. Lo importante es escoger al mejor, al candidato prestigioso, al que no defienda intereses creados y sea capaz de enfrentar con éxito a Correa.

La primaria presidencial puede hacerse como se hizo en Argentina, en donde participen todos los que quieran ser candidatos, incluyendo a Correa, para ver a quiénes escoge el pueblo para ser admitidos en la primera vuelta electoral. O podría hacerse como se proyecta en Venezuela, vale decir solo con los candidatos de la oposición a Correa, en donde se deben evitar las artimañas que induzcan a que gane un candidato opositor que convenga al candidato del oficialismo. Una elección primaria es compleja en el Ecuador, pero posible si se quiere escoger democráticamente.

Además de los candidatos se debe preparar la Propuesta Alternativa a lo que está haciendo Correa, es decir, proponerle al pueblo nuevos medios y nuevas acciones de gobierno distintas a lo que está haciendo Correa, tanto en el plano político con el tema de las libertades y de la tolerancia, como en el económico respecto de la inversión privada nacional o extranjera para vigorizar la producción nacional crear puestos de trabajo remunerativo. En lo social también caben alternativas para mejorar la eficiencia y los resultados en materia de educación, salud y creación de mejores oportunidades para los ecuatorianos más pobres e indignados.

El Programa Alternativo debe ser atractivo para el electorado menos ilustrado y con menos ingresos, que es donde la penetración política de Correa tiene ventajas. En suma es urgente trabajar en esta alternativa en lugar de malgastar las energías nacionales en peleas subalternas y en temas que no le interesa a la mayoría de la gente.