1. El FMI ratificó que la economía ecuatoriana caerá 0,5% este 2019, pero el Banco Mundial cree que crecerá 0,1%, la Cepal prevé que será 0,9% y el Banco Central mantiene su proyección de 1,4%. ¿Cómo entender esas diferencias y cuál será el rumbo de la economía este año?
Cada una responde a los supuestos sobre los cuales se construyó el modelo de predicción macro. Aparentemente son resultado de distintas visiones. Sin embargo, si se las mira con cuidado, las diferencias, que existen pues nadie las niega, no cambian la perspectiva. Todas ofrecen un horizonte parecido: entre un crecimiento magro muy cercano al estancamiento y una recesión leve.
Poco les hace diferentes, salvo en cierta medida la visión más optimista, si cabe ponerla en eso términos, del Banco Central. Es que todos los que trabajaron en esos modelos saben que la economía está estrangulada, carece de recursos para crecer sanamente y no se ve en el horizonte una respuesta lo suficientemente vigorosa de la inversión privada como para volverla a poner en posición de un crecimiento vigoroso.
Se acabó, como era previsible, toda ese impulso artificial creado con la torpe (shunsha) ilusión de construir una economía basada en un Estado que desplazaba a la natural y perseverante de las actividades privadas. Se desarticularon las bases de una estructura económica auto sustentable por otra carente de raíces que en todas partes sólo trajo pesar y pobreza, que es por la que el pais transita.
2. ¿Cuál es su balance sobre el desempeño de la economía ecuatoriana en el primer trimestre del 2019? ¿Cuál será el escenario para los próximos meses?
La noticia relevante es el Acuerdo con el FMI y los compromisos complementarios conseguidos con un conjunto de multilaterales. Con ello, bajó la angustia por la falta de recursos financieros de una balanza de pagos frágil, sin defensas; y, un sector público cuyo programa le lleva a tener equilibrio global en este año con, finalmente, un superávit primario que permite abandonar esa senda de crecimiento de la deuda justificada en parte para pagar intereses. Se salió del nivel crítico, hay algo más de confort, pero cuidado con creer que ya todo está resuelto, pues no es así.
El empleo ofrece resultados compatibles con la atonía económica. Sin incentivos para mantener ni siquiera lo anteriormente alcanzado pues las empresas batallan contra el encarecimiento de sus costos y la recuperación de la competitividad. El sector financiero con restringidas disponibilidades, pues los depósitos también se enmarcan en este ambiente horizontal.
La producción camina, aunque suene contradictorio, en ese entorno estacionario. No tiene más remedio. Es más, debería llevar una tendencia contractiva para que la balanza de pagos cierre como está previsto. No debe olvidarse que la demanda agregada interna no tiene espacio para expandirse. No hay dónde perderse, el horizonte de crecimiento dirige las miradas a los mercados internacionales. Ahí está el futuro de la economía, del empleo, de la inversión. En definitiva del bienestar, que tomará tiempo conseguir.
3. ¿Qué medidas están tomando las empresas privadas ante el escenario de este año?
Están en una posición expectante, con menos resquemores sobre los riesgos propios de una economía deteriorada que empieza a dar señales de recomposición. No se la ve todavía convencida de la consistencia y perseverancia de la política económica, pero si interesada en mirar por dónde se pueden encontrar opciones de inversión. Sabe que se vienen cambios estructurales, algunos de los cuales son muy importantes para la construcción de proyectos de inversión como las reformas tributaria y laboral, cuyos impactos directos podrían cambiar la inviabilidad de muchos de ellos.
Ha entrado, además, en procesos de mejoramiento productivo buscando mayores estándares de eficiencia lo cual ha llevado a reducir sus nóminas de trabajadores o a modificar los horarios de producción.
4. El Gobierno destacó que la inversión extranjera directa fue histórica en el 2018, con USD 1 401 millones. El Foro de Economía y Finanzas dice que la mayor parte fue de empresas mineras y petroleras, pero para acogerse a la remisión tributaria. ¿Cuál es su lectura sobre la IED?
La discusión no radica en la descomposición de este monto, que sigue en niveles lejanos de lo que podría ser. Qué diferencia existe para decir que entre el 0.6% y el 1,4% del PIB ya prevalece otro panorama en las relaciones económicas internacionales; o, en su defecto sostener que es sólo el resultado de un impacto ocasional. Por ahí no está la esencia de la discusión.
Lo de fondo es entender y convencerse, como sociedad, sobre la importancia de atraer ahorro internacional por la vía de la inversión privada para cubrir la brecha que necesita el país para poder financiar su desarrollo. Sólo o mal acompañado no lo puede hacer. Vía endeudamiento, malo o bueno, tampoco sale la foto. Alguien debe compartir el riesgo, crear empleo y ampliar el portafolio de productos exportables. Bingo: vienen capitales, aumenta el empleo, hay oferta de dinero para crédito y mejora la producción exportable. No importa el sector, sino que se lo haga con conciencia y bien. Esos son los socios que se necesitan, a los cuales hay que conquistarlos ofreciendo seguridad jurídica para superar los miedos y recelos construidos por los innumerables incumplimientos contractuales.
Esa es la tarea que el Ecuador tiene pendiente. No la ha resuelto. Falta mucho por hacer. Sólo cuando la imagen se haya recompuesto, vendrán capitales en los montos que lo han conseguido los vecinos.