Las mujeres hacen política desde hace tiempo, por ello lo que hoy observamos y percibimos como una oleada de participación masiva de las mujeres en política en rigor responde a una reconfiguración de los espacios de representación.
Si bien es innegable que la presencia femenina en los parlamentos, ministerios, jefaturas de gobierno y de Estado ha ido en aumento durante los últimos años a lo largo y a lo ancho del planeta, aún estamos lejos de una representación paritaria respecto a los varones.
En este marco, resulta un hecho a destacar lo que ocurrirá el próximo mes de julio en las elecciones para Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, una de las denominadas “megaciudades” del continente, con nada más ni nada menos que 8 millones de personas habilitadas para votar. Esta vez, las candidatas con mayores chances son dos mujeres.
Si bien es cierto que no será la primera vez que la capital mexicana sea gobernada por una mujer, ya que Rosario Robles (PRD) ejerció dicho cargo, en dicha ocasión lo hizo en forma interina (1999-2000). Debe tenerse en cuenta además que México es un país federal que se compone de 32 estados, de los cuales tan solo uno hoy es gobernado por una mujer (el estado de Sonora), lo que jerarquiza aún más lo que sucederá en los comicios en la capital.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) es el signo que tradicionalmente gobernó la ciudad capital, y al que pertenece su actual Jefe de Gobierno (Miguel Ángel Mancera). De allí se fue Manuel López Obrador (AMLO), también ex Jefe de Gobierno de la capital y actual candidato a la Presidencia, para formar el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Un movimiento que, ¿casualmente?, a través de su nombre apela a una figura femenina. Representando al espacio liderado por AMLO, se presentará Claudia Sheinbaum, científica y académica que como parte del Panel Intergubernamental por el Cambio Climático obtuvo en 2007 el Premio Nobel de la Paz. Representando a la coalición “Por la CDMX al Frente” (de la cual forma parte el PRD) se presentará Alejandra Barrales.
El hecho de que las 2 principales candidatas que se disputarán la gobernación de la capital mexicana sean mujeres es muy positivo porque implica que, más allá de las diferencias ideológicas y programáticas que puedan existir entre ellas, la presencia de las mujeres en el poder, si bien no introduce automáticamente una perspectiva de género, representa la visibilización de las mujeres que durante años fueron excluidas del ejercicio del poder.
Se abren tiempos en donde las mujeres indudablemente tendrán un protagonismo central en la construcción de la agenda ciudadana, y la Ciudad de México parece inscribirse decididamente en este paradigma.
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