Cuando naciones u organismos internacionales suscriben un acuerdo puede ocurrir que algún error se deslice. Si esto sucede, se aplica la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. En este instrumento se dispone que “un error que concierna solo a la redacción del texto de un tratado no afectará a la validez de este”. Para solucionar problemas de poca monta, la Convención prevé una vía. Consiste en canjear los “instrumentos en los se haga constar la corrección que se haya acordado hacer”.
Esto a propósito de la declaración del vicecanciller del Ministerio de Relaciones Exteriores, quien la semana pasada, en una entrevista con Diego Oquendo, uno de los pocos periodistas buenos e independientes que ha dejado con vida la revolución ciudadana, sostuvo que el embajador Rodrigo Yépes, director de Tratados de ese Ministerio, quien también actúa como presidente de la Asociación de Funcionarios de la Cancillería, habría cometido un delito al haber modificado un acuerdo internacional. ¿Cuál es el ‘delito’ de Yépes?
Al firmarse el Memorando de Acuerdo para la Administración y otros Servicios de Soporte relacionados con el Fondo Ecuador Yasuní – ITT, entre Ecuador y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se puso una fecha equivocada. En vez de constar 3 de agosto, apareció 3 de julio. Ante este error, el embajador basándose en las normas de la Convención de Viena, informó lo ocurrido a la Presidencia de la República, al Ministerio de Ambiente y a la representante del PNUD, para sus comentarios. Ninguno se pronunció. Era evidente que el Acuerdo para el fideicomiso ITT se lo suscribió en agosto y no en julio.
La piedra estaba lanzada por el Vicecanciller. Esta afirmación, a más de manchar la honra de una persona, afecta la imagen del país. La iniciativa, según boletín informativo elaborado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, el día de la firma del Memorando de Acuerdo (agosto 3), “garantiza mantener bajo tierra las reservas petroleras de los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini”.
El embajador Yépes aplicó un convenio internacional, para superar un error evidente. No hay dolo ni daño en la corrección de la fecha, ni afecta el contenido del Memorando de Acuerdo. Afianza la intención de Ecuador de salvar la biodiversidad en el Parque Nacional Yasuní, declarado por la Unesco como Reserva Mundial de la Biosfera.
¿Se buscó, acaso, causar daño al representante de los funcionarios de la Cancillería, por su posición crítica a la nueva ley de los servidores públicos? Lo conseguido por el vicecanciller es que la iniciativa Yasuní – ITT, positiva para Ecuador y el planeta, se ponga en duda por un error que no afecta su contenido. Mucha geopolítica, harto desconocimiento del mundo diplomático, y poca visión de futuro.