¿De dónde saldrá la plata? ¿Más deuda? Si ya está por las nubes. Además requeriría negociar con el Fondo Monetario. ¿Qué condiciones pondrá? ¿Más impuestos? Si Lasso ha dicho que no subirá impuestos, y está lo de Colombia.
La situación no es tan desesperada. Los USD 7 651 millones, la cifra exacta, es el estimado del Fondo Monetario en diciembre de las necesidades financieras del sector público en 2021. No es todo déficit. Hay USD 3 074 de deuda interna que se vence, en su mayor parte con el IESS, por lo que con la mano derecha se le paga al IESS y con la izquierda se le vuelve a colocar bonos. Solo con ese cambio de manos las necesidades bajan a USD 5 mil millones. Hay además USD 1 763 millones en amortizaciones externas.
Los nuevos préstamos reemplazan a los que vencen. No incrementan deuda. Lo que aumenta deuda es el déficit, de USD 2 831 millones.
Se descartó que China vaya a contribuir al financiamiento externo. Las multilaterales han comprometido todos los USD 5 mil millones requeridos. Basta que Ecuador cumpla con la carta de intención. Hay un factor no previsto: la recuperación del precio del petróleo. Se estimó que los ingresos petroleros netos (restando costos de importación de combustible) serían USD 4 585 millones, pero al precio actual escalarían a unos USD 6 400 millones. El déficit se reduciría a unos USD 1 mil millones, por lo que podría contratarse menos deuda interna.
La segunda revisión del cumplimiento de metas de la carta debió culminar en abril 15. Si el Ecuador pasaba el examen, el FMI desembolsaba inmediatamente USD 400 millones. Se cumplió con el compromiso más importante, el envío del proyecto de Ley de Defensa de la Dolarización, que incluso se aprobó. Pero no hubo desembolso. ¿Por qué?
Hay tres posibilidades:
-Las metas fiscales para el cierre de 2020. ¿Acaso no se cumplió? En abril 10, cinco días antes que se complete la visita del Fondo, el Ministerio de Finanzas dispuso que el saldo de la cuenta del seguro de accidentes de tránsito se lo contabilice como ingreso presupuestario, y así alcanzar la meta fiscal (queda evidenciado que la prima del seguro de accidente es un impuesto tapiñado). A lo mejor esta operación no convenció al Fondo.
-La aprobación sorpresiva de la ley de educación, que hace añicos todo plan de equilibrar las finanzas públicas. El presidente le puso el ejecútese en abril 10. Quizás se espera alguna solución: o la derogatoria o la creación de impuestos para financiarla.
-El anuncio de Guillermo Lasso que no elevará el IVA, lo que el gobierno saliente prometió que cumpliría el entrante. De ser este el obstáculo el desembolso vendría después que el nuevo Gobierno y Fondo acuerden las modificaciones al acuerdo.
En síntesis, un problema peliagudo pero manejable para un gobierno diestro. Que el déficit no nos quite el sueño.