Entre tanta noticia preocupante, el deporte ha regalado al país triunfos estimulantes.
Richard Carapaz ganó el sábado una etapa del mundialmente famoso Giro de Italia de ciclismo, donde venía cumpliendo destacadas actuaciones. Una vez más el Carchi brilla por sus deportistas de la especialidad.
Pocos días antes, los marchistas Paola Pérez, Johana Ordóñez, Magali Bonilla, Paula Torres, Daniel Pintado y Claudio Villanueva retornaron a Cuenca con preseas del mundial de Taicang, China. Glenda Morejón exhibió en Ibarra la medalla obtenida.
Estos deportistas llegaron con grandes méritos a alcanzar triunfos. La alegría del país debe ser reflejada en apoyo económico y en sustento técnico de equipos, uniformes y respaldo en centros de alto rendimiento -para los atletas, por ejemplo -. Ese respaldo sustentado y sostenido no debe ser solo pecuniario ni restringirse a los triunfadores sino debe formularse como una política de Estado permanente.
Desde hace un año, cuando ganó con sus zapatos remendados, a Glenda Morejón le han cambiado las cosas, pero su entrenador también demandaba apoyo oficial y de la empresa privada.
Como ocurrió antes con Pancho Segura, Andrés Gómez, Jorge Delgado y tantos otros, incluidas las selecciones de fútbol que llegaron a tres mundiales, estos deportistas de hoy nos honran con su sacrificio y merecen nuestro reconocimiento en esta hora donde hace falta fortalecer la autoestima.