En la última década, la clase media ecuatoriana experimentó un crecimiento sorprendente. Si para el 2003 era el 14% de la población, en el 2012 representaba el 35%.
Varias explicaciones se podrían encontrar. La estabilidad que provocó la dolarización, los altos precios de las materias primas que producimos y exportamos, la extracción petrolera con buenos precios internacionales, podrían ser factores decisivos.
El estudio de Habitus se basó en las cifras del Instituto de Estadística y Censos, INEC, y empleó la metodología del Banco Mundial, que investigó la movilidad económica en la región hasta el 2010. Esto le permitió proyectar las cifras hasta el 2012. Ingresos mejorados permiten hábitos de consumo corrientes en países del Primer Mundo. La clase media compra viviendas con créditos del Biess, mejora sus electrodomésticos, adquiere autos a plazos largos y, en general, eleva su calidad de vida.
Este grupo tiene acceso a Internet, a celulares y a tabletas, y se inserta en la globalización en forma creciente.
Analistas no se ponen de acuerdo, empero, en las fuentes de empleo. El estudio determina que los sectores medios tienen buen nivel de educación y trabajan mayormente en el sector privado, aunque otros expertos estiman que lo hacen en la burocracia. El aporte de las mujeres profesionales es crucial. Todo un cambio del Ecuador del siglo XXI que hay que tomar en cuenta.