Hay eventos que marcan a una generación entera y por eso es que se ha dado en ponerles nombres a las generaciones, bajo el supuesto de que muchos de sus miembros tienen ciertas cosas en común. Así, existen los ‘baby boomers’, la ‘generación X’, los ‘milenials’, los ‘centenials’ y otros.
Quienes son realmente jóvenes ahora, o sea, quienes son adolescentes o acaban de salir de la adolescencia, van a quedar marcados de por vida por lo que están viviendo en el período inmediatamente anterior a ser adultos y quizás les pongan algún nombre como ‘cuarentenials’ o ‘pandemials’.
A la generación de este articulista le marcó haber llegado a la adolescencia cuando el país se debatía en la crisis económica que vino después de farrearnos el primer boom petrolero (en los años 80). Los un poco menores quedaron profundamente marcados por el colapso del comunismo y todos formamos nuestro carácter a la sombra de las primeras evidencias del calentamiento global.
Generaciones posteriores se vieron claramente influenciadas por el irrupción del internet, por el shock de la crisis bancaria y la posterior dolarización, mientras que las generaciones más recientes han visto como un mundo de abundancia (gracias a los altos precios del petróleo) se convertía en un mundo de escasez luego de que arrancara la crisis por habernos farreado el segundo boom petrolero.
La pregunta es cómo serán quienes hoy están en un rango de edades entre los 15 y los 22 años y ya son perfectamente conscientes del mundo que los rodea, pero todavía están formando su carácter. Sin duda, ellos van a ver el mundo con ojos muy distintos a los de las generaciones anteriores.
El haber vivido un año o más en cuarentena podría convertirlos en ermitaños que no requieran de mucho contacto con el resto de seres humanos o, en una reacción a este período de soledad, podría volverse en la generación más gregaria de la que se tenga memoria.
Haber estado cerca de tantas muertes podría convertirlos en amantes de la vida y les podría dar una conciencia adicional de la importancia de cuidarla. Ojalá así sea porque también hay la posibilidad de que viendo lo frágil que es la vida humana, la desprecien y se dediquen a disfrutar sin límites, de una manera parecida a lo que pasó con quienes eran jóvenes cuando el mundo pasó por la I Guerra Mundial y por anterior pandemia (la mal llamada Gripe Española).
Los “locos años 20” fueron la manera en que los jóvenes de hace un siglo celebraron estar vivos, viviendo intensamente el presente. Y en serio que lo celebraron muy intensamente.
Y para complicar la cosa, hasta podríamos preguntarnos cómo serán de adultos los actuales niños que, cuando tienen suerte, están siendo educados por una pantalla.
Twitter: @VicenteAlbornoz