Ante la posible erupción del volcán Cotopaxi, de la cual no sabemos si tomará horas, días o meses, las autoridades han hecho énfasis en preparar a la población.
Sin embargo, más allá de lo que se ha hecho hasta el momento, cabe hacerse una pregunta: ¿Cuán preparadas están nuestras autoridades para enfrentar este tipo de riesgos? Muy poco. Aunque no voy a comentar con mayor detalle la reacción que tuvieron el pasado fin semana los funcionarios del Gobierno central y local, es necesario mencionar que esta fue limitada, insuficiente y poco oportuna.
Los expertos en gestión de riesgos de desastres saben que capacitar a las personas en planes de contingencia familiares, zonas de riesgos y albergues es solo una pequeña parte de lo que se requiere hacer para estar preparados ante las catástrofes naturales.
Se debe contar al menos con instrumentos técnicos, como planes de contingencia o planes de operaciones de emergencia, sistemas de alerta temprana, estructuras organizacionales para la atención de emergencias, sistemas de información de recursos para la atención de desastres, protocolos que deberían seguirse en el caso de que se presente un escenario A, B o C, etc.
Lamentablemente, muy poco de esto existe en los municipios.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (Unisdr) ha desarrollado un instrumento para evaluar el nivel de preparación de un gobierno local para enfrentar los riesgos de desastres.
Menciono a continuación una parte: ¿En qué medida el gobierno local dirige evaluaciones completas de riesgo de desastres en zonas vulnerables? ¿Cuán adecuadas son las medidas adoptadas para proteger las instalaciones públicas vitales y las infraestructuras críticas contra los daños causados por los desastres? ¿Cuán seguras son las principales escuelas, hospitales e instalaciones de salud frente a los desastres de modo que puedan seguir funcionando durante las emergencias? ¿Cuán estrictas son las regulaciones que respaldan la reducción del riesgo de desastres en su municipio? ¿Cuán enterados están los ciudadanos sobre los planes o simulacros de evacuación para cuando sea necesario proceder a evacuaciones? ¿Hasta qué punto los centros de alerta temprana están adecuadamente establecidos, disponen de suficiente personal y cuentan con suficientes recursos (reservas energéticas, redundancia de equipos, etc.)? ¿En qué medida el gobierno local cuenta con un centro de operaciones de emergencia y/o un sistema de comunicación de la emergencia? ¿Cuán disponibles están siempre los recursos clave para la respuesta eficaz, tal como los suministros de emergencia, los refugios de emergencia, las rutas de evacuación identificadas y los planes de contingencia? Este formulario se puede encontrar en el sitio web de Unisdr.
Luego de revisar estas preguntas, ¿podemos afirmar que nuestras autoridades están preparadas para enfrentar una erupción del Cotopaxi?
smantilla@elcomercio.org