Josseline Yuqui también quedó novena en la Copa Panamericana de Triatlón, categoría élite, en este año. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO
Josseline Yuqui conversó con sus padres y los convenció para que le permitieran estudiar en un colegio semipresencial. Desde septiembre pasado tiene más horas para practicar atletismo, natación y ciclismo.
Es alumna del último año de Bachillerato en la Unidad Educativa Novus High School. Allí recibe 10 horas semanales de clases a distancia y dos horas presenciales; además asiste a las jornadas de Ser Bachiller. El resto del tiempo les dedica a los deberes y al triatlón.
Con tres meses de entrenamientos a doble y triple jornada, ya se hizo presente en el podio internacional. A finales de noviembre pasado ganó la medalla de oro en la Copa Panamericana Júnior de Triatlón, en Formosa, Argentina. En ese certamen superó a su amiga y compañera de prácticas Paula Vega, quinta en los Olímpicos de la Juventud 2018 y mejor triatleta prejuvenil del país.
Yuqui estudió hasta el segundo año de Bachillerato en el Colegio Manuel J. Calle de Cuenca, adonde no podía asistir con regularidad a los entrenamientos.
La triatleta cuencana de 17 años agradece a sus padres: Héctor Yuqui y María Peralta, por comprenderla y apoyarla. “Ellos saben que mi sueño es sobresalir a escala mundial y por eso cualquier sacrificio vale la pena. Se sienten orgullosos con mis triunfos”.
Josseline Yuqui también quedó novena en la Copa Panamericana de Triatlón, categoría élite, en este año. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO
Según Ángel Matute, su entrenador, los seleccionados que quieren llegar al alto nivel optan por los estudios a distancia, como lo hizo su dirigida. A su criterio, entrenarse por las tardes, de tres a cuatro horas, no es suficiente si se considera que son tres disciplinas. “A veces hacemos tres jornadas al día y eso ayuda mucho, se ha notado una gran superación”.
El estratega azuayo define a su alumna como una buena corredora, que está mejorando su técnica en la natación y con la bicicleta. Él también conversó con los padres de la triatleta para convencerles de que, con una preparación más sistemática, podría lograr mejores resultados internacionales.
Josselinne insistirá en su perfeccionamiento en natación para no quedarse en
las salidas y así mantenerse con el grupo puntero. De esa manera, no estará en desventaja cuando compita en la bicicleta y tenga que correr. La idea es que alcance un equilibrio en las tres disciplinas antes de llegar a la categoría sénior.
Su reto es clasificarse al Mundial de Triatlón que será del 21 al 23 de agosto del 2020 en Edmonton, Canadá. Si logra ese propósito, su aspiración es mejorar el puesto 30 que alcanzó este año en Suiza. También tiene programados otros certámenes internacionales, aunque su participación dependerá del apoyo económico de la Secretaría del Deporte.
Josseline Yuqui también quedó novena en la Copa Panamericana de Triatlón, categoría élite, en este año. Foto: Manuel Quizhpe / EL COMERCIO
La seleccionada nacional incursionó en el triatlón a los seis años, aprovechando una colonia vacacional y por sugerencia de su madre. “Ella me dijo que aprovechara el tiempo libre en algo provechoso”. Desde entonces se ha mantenido en constante evolución.
El primer año se entrenó con Cecilia Fárez y al siguiente se unió a Matute, hasta la fecha. Ahora se disputa la distinción de la mejor triatleta juvenil del país con Paula Vega. Su referente es la experimentada Elizabeth Bravo.