La taquilla no cubre gastos de programación futbolística
Aficionados observan un partido de Universidad Católica, por el campeonato, en el estadio Olímpico Atahualpa.
Clan Juvenil vendió 26 boletos en el partido ante Santa Rita, disputado el 15 de junio en el estadio de la Liga Cantonal de Rumiñahui, por la Serie B.El escenario tiene capacidad para 7 233 personas.
La escasa presencia de aficionados dejó al club una recaudación de USD 75, ese día. El monto obtenido por la venta de entradas resultó irrisorio para los directivos. Solo para cancelar viáticos y pasajes de los cuatro árbitros, del comisario y del inspector del cotejo, Clan canceló USD 1 850.
También pagó USD 2 000 por el alquiler del escenario. Además, gastó rubros por impuestos municipales, por impresión de boletos, contratación de personal de seguridad y de limpieza y alquiler de un disco móvil. Los equipos de Primera categoría cancelan dinero por estas y otras actividades logísticas para la programación de un encuentro de la Primera categoría.
José Mantilla, gerente de Clan, estima que se invierten unos USD 7 000 por cada programación. Los montos pueden disminuir de acuerdo con la categoría del equipo local (Serie A o B), el escalafón de los colegiados designados y los convenios del club para abaratar costos. Liga de Loja, por ejemplo, gasta unos USD 3 500 en las programaciones en el estadio Reina del Cisne.
Mantilla lamenta que el Clan “siempre sale a pérdida” con la taquilla en sus juegos en casa. Esta es una realidad que se repite en la Serie B. Salvo Puerto Quito y Liga de Portoviejo -que tienen un promedio de recaudación de taquilla superior a los USD 4 000- el resto de planteles recibe montos mínimos por venta de entradas.
Así, en 99 partidos de la Serie B de la primera etapa, se registraron taquillas que bordean los USD 3 000, en promedio.
El equipo con peor recaudación fue Clan Juvenil. Ante este panorama, Mantilla indica que solo pide la elaboración de entre 300 y 400 boletos por juego. “Para la impresión de entradas se gastan USD 500. Resulta más conveniente no imprimirlos y permitir el acceso gratuito”, explica del dirigente.
El reglamento faculta a los clubes a no cobrar boletos en dos ocasiones en el campeonato. El club de Sangolquí ya lo hizo en el encuentro ante Orense, por la segunda fecha.
Para Franklin Moya, presidente de la ‘U’ lojana, la escasa asistencia de hinchas en los cotejos es consecuencia de las malas campañas de los clubes. Asegura que las deudas que los equipos acarrean, desde temporadas pasadas, impiden contratar mejores jugadores y, sobre todo, cancelar a tiempo.
Para el dirigente, los equipos actualmente “no pueden esperar el dinero de la taquilla”, para solventar los gastos y presupuestos programados al inicio de cada temporada. En la Serie B, los equipos sustentan sus inversiones con los ingresos de los derechos de TV, que superan los USD 400 000.
La situación en la A
En la Serie A también hay equipos que tienen ingresos de taquilla menores a los gastos de sus programaciones. Ese es el caso de Universidad Católica, Guayaquil City, Delfín e Independiente del Valle.
Ante esa realidad, los equipos con pocos aficionados buscan fórmulas para gastar menos. El ‘Trencito Azul’ y el América de Quito (de la Serie B), por ejemplo, hacen dobletes en el Atahualpa.
El Guayaquil City, en cambio, jugó de local ante Emelec, en el Capwell, el 4 de marzo. En ese cotejo, el cuadro ‘ciudadano’ cayó 3-0, pero vendió 22 610 boletos y logró recaudar USD 99 243. De local, el City tiene una asistencia promedio de unas 2 800 personas.
La escasa presencia de hinchas también afecta a equipos de renombre como El Nacional. Su gerente, Néstor Landeta, admite que esta realidad complica al club. Expresa que debe haber mejor espectáculo.