Luis Romero, de Aucas, ante el delantero Juan Anangonó de LDU en un cotejo de noviembre del 2018. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
Entre bromas, los integrantes del departamento de prensa de Aucas le plantearon a Luis Romero conversar con los periodistas sobre sus anécdotas de vida. El manabita sonrió, se sentó en el sofá del vestíbulo de la Casa de la Tricolor y dijo, en supuesto tono profundo: “para hablar de mi vida, de mis experiencias personales, se necesitan muchas horas”.
El futbolista es el más locuaz de los 25 jugadores de la plantilla del equipo. No rehúye a los flashes y además es una de las voces cantantes del camerino. El año pasado estuvo presente en 41 partidos (40 del torneo y en uno de los dos juegos de repechaje ante el Mushuc Runa). Su ascendencia en el equipo hizo que el entrenador Eduardo Favaro le confiara la cinta de capitán para la temporada.
Aucas es un equipo con 10 jugadores nuevos y apenas 15 integrantes de la plantilla del año pasado. Romero sirvió como un enlace con los nuevos. Desde los primeros entrenamientos, trató de integrar a los nuevos futbolistas y se puso a las órdenes para colaborarles.
Ahora, comparte habitación con los delanteros Pablo Burzio y Maximiliano Barreiro, dos antiguos rivales a los que en el pasado ya les ‘acarició’ los tobillos. ¿Recuerda haber castigado a sus actuales compañeros en los partidos?, le preguntó este Diario. El central respondió con picardía: “Alguno que otro cariñito les habré dado. Aunque la verdad es que ya no pego tanto”.
Romero tiene desde el fondo de la cancha toda la perspectiva del juego. Afirmó que ahora Aucas es un equipo más maduro, más balanceado, con más futbolistas por línea. El año pasado, el zaguero y Juan Gabriel Lara conformaron una dupla segura. Aucas fue el tercer equipo que menos goles recibió en el torneo (43), solo por debajo de Liga (37) y Barcelona (42).
El entrenador Eduardo Favaro está consciente de aquel buen trabajo de su caudillo y de Lara. “El año pasado lucieron muy seguros. Por su trabajo estamos tranquilos”. Sin embargo, la lesión de Lara hizo que el cuerpo técnico buscase una alternativa y trajera a Javier Quiñónez, exjugador de El Nacional.
“Con Juanito (Lara) estuvimos muy bien el año pasado, pero, es verdad que sí necesitábamos una ayuda, un recambio. Ahora que llegó Quiñónez habrá más competencia con el puesto. Y también hay que considerar a los jóvenes de la Sub 20, Gustavo Vallecilla y Richard Mina”, pidió el defensor.
La directiva oriental, liderada por Danny Walker, armó un equipo con objetivos ambiciosos. Hugo Castaneira, gerente deportivo, sostuvo que esta plantilla tiene que pelear por ser campeón. Romero, como vocero de la plantilla, acogió el reto.
“Danny invirtió para armar el equipo y quiere ser campeón. Es entendible su postura y su ilusión. Nosotros intentaremos responder esas expectativa. Aucas contrató, para mí, a los mejores jugadores, a los que se destacaron más el año pasado. Entonces, la clave será intentar llegar a los ‘playoffs’ y a partir de eso dar pelea”.
En la concentración de los orientales en la Casa de la Selección, las reuniones entre los futbolistas han sido permanentes. Allí, los propios jugadores trazaron la estrategia para el éxito de la campaña: si se vuelven fuertes como locales, podrán aspirar a los ‘playoffs’, relató Romero, amante de los tatuajes y hombre de mirada dura.
El año pasado solo se perdió un partido por acumulación de cinco amarillas. “Es que ya no pego, bueno realmente ahora pego mejor”, sostuvo mientras sonreía. La fortaleza en la cancha contrasta con su faceta familiar. Confesó extrañar la cotidianidad con sus hijos Anahí, de 13 años, Luisao, de 10, y Fiorella, de 6, damnificados de su concentración en la Casa de la Selección. “Por suerte, ya se está acabando la pretemporada y empieza lo bueno”, decía, antes de dejar el vestíbulo.
Ayer Aucas realizó su tercer amistoso de la pretemporada. Igualó 0-0 con Fuerza Amarilla. Alineó con: Carlos Franco; Ángel Gracia, Romero, Javier Quiñónez y Duffard; Johnny Quiñónez, Ronal de Jesús, Bryan Sánchez, Enzon Rodríguez; Juan Manuel Tévez y Edson Montaño.