Un juez de lucha (izq.) levanta el brazo de Esteban Morales en los Juegos de Menores. Foto: Cortesía Federación Deportiva de Pastaza / El Comercio
Esteban Morales Mayancha comenzó a interesarse en la lucha libre desde los 9 años. Su hermano Augusto, de 21 años, se encargó de llevarlo a los entrenamientos y motivarlo para que se entrenara en el gimnasio del coliseo de Pastaza, en el centro de la urbe.
Poco a poco fue perfeccionando su técnica y alcanzado logros en torneos en el país y en el exterior. Sus padres, Rosa Mayancha y Mauricio Morales, cuentan que sus dos hijos tienen una colección de medallas, trofeos y placas de las múltiples victorias.
Incluso poseen un álbum de fotos donde se los observa luchando, recibiendo premios o simplemente mordiendo sus medallas. “Estos logros son fruto de su sacrificio diario”, asegura Mayancha.
Los jóvenes viven junto con sus progenitores en la comunidad de Putuimi, ubicada en la vía Tarqui–Madre Tierra. Ellos deben viajar dos horas en autobús desde su casa a la infraestructura deportiva o a las unidades educativas.
Rosa cuenta que sus dos hijos deben salir a estudiar desde su casa a las 05:30. Un autobús sale a esa hora de las comunidades del interior de Pastaza al centro de la ciudad.
“Si pierden la buseta llegan atrasados. Al finalizar los estudios regresan a la casa a almorzar y luego retornan a los entrenamientos. Cuando mis hijos se quedan a las prácticas, uno de los cuatro entrenadores les regala los almuerzos”, asegura Mayancha.
Los jóvenes no cuentan con el apoyo de la Federación de Pastaza. A pesar de que en otras ciudades estas entidades entregan becas deportivas para que estudien, dinero para la movilización y alimentación.
“Estamos conversando con las autoridades para ver si hacen algún tipo de incentivo. En la próxima semana tendremos la respuesta”, indica el entrenador, Fernando Espinel.
El formador deportivo añade que el trabajo y dedicación, de los chicos Morales, en cada una de las prácticas, les permite ser las promesas deportivas de la provincia.
Por ejemplo Esteban, joven descendiente de indígenas de la nacionalidad Kichwa, fue parte de la selección que compitió en un campeonato Panamericano, en lucha estilo libre y greco, en Chile en el 2017, y fue campeón Internacional en la Copa del Callao, en Perú, en el 2016.
“Le estamos brindando todo el apoyo al deportista para que eleve su nivel y se mantenga en el plan de futuros talentos de la federación. Pero aun así necesita de más ayuda”, indica el entrenador Espinel.
La última competencia de Morales fue en los XIII Juegos Nacionales de Menores, en el coliseo del cantón Cotacachi, en b, entre el 1 y 4 de octubre. El indígena lideró la selección de Pastaza que enfrentó a luchadores de Pichincha, Tungurahua, Guayas, Imbabura, Manabí, El Oro, Azuay y otras provincias.
Entre los 17 deportistas había representantes de las nacionalidades Kichwa, Shuar y Afro. Los amazónicos lograron dos medallas de oro con los hermanos Morales. Tres preseas de plata y dos de bronce.
“Somos una de las potencias de la lucha libre y greco de las provincias de la Amazonía. Los chicos de las diferentes nacionalidades cuentan con una fuerza extraordinaria para ser buenos luchadores”, dice Espinel.
“La baja estatura de los luchadores de la provincia la estamos supliendo con la fuerza y velocidad dentro del cuadrilátero”, dijo el entrenador Omar Muñoz.
La mayoría de deportistas proviene de los cantones Arajuno y Pastaza. Los 90 luchadores entrenan en dos horarios. Una de la chicas con proyección es Carolina Huatatoca, oriunda de una las comunidades Shuar de Arajuno.