Entrevista con Fernando Carrión Mena, catedrático de la Flacso
El fútbol ecuatoriano y su Selección se rigen por un modelo de gestión en el que tiene preponderancia la dirección de la Ecuafútbol. ¿Es adecuado este modelo en el momento actual?
La Federación tiene una estructura que agrupa a asociaciones provinciales. Esto es algo que no tiene sentido. La Federación debería convertirse solo en una asociación de clubes, que son los que compiten en el torneo de élite. Además, en el actual modelo de administración no hay alternabilidad de los directivos. Esto es algo anárquico y caduco en la actual globalización del fútbol.
¿Por qué ya no tiene sentido que las asociaciones provinciales formen parte del modelo de administración de la Federación?
La participación de las asociaciones provinciales era válida cuando tenían sus campeonatos provinciales. Ahora, esto ya no funciona. Por ejemplo, si en Guayas existiera un campeonato provincial solo jugarían Barcelona y Emelec. Es decir, estas asociaciones ya no son determinantes. El poder de acción lo tienen los clubes de la Primera División, sobre todo los de la Serie A.
Usted también habla de la alternabilidad. ¿Por qué es importante este aspecto en un modelo de gestión?
La permanencia de directivos por un largo tiempo es algo que ya no es factible en América. En Argentina, Julio Grondona ya lleva unos 35 años en el poder y se mantiene un solo modelo de gestión. Esto prácticamente se convierte en un cargo vitalicio. Pero el fútbol actual tiene otras dinámicas y otras gerencias.
¿Cuáles son ese tipo de dinámicas en el fútbol?
Aún existe el mecenazgo. Es decir, un modelo en el que importa la presencia de una persona o un grupo que invierta dinero para solventar deudas. Pero ahora se requiere otro manejo. En Europa, en algunos casos, los clubes se forman por socios que aportan y piden cuentas en las inversiones. Acá, hay un modelo parasitario.
¿A qué se refiere con modelo parasitario?
En algunos casos los clubes dependen del aporte de sus mismas instituciones. Ese es el caso de los clubes El Nacional y Espoli. El Nacional se alimentaba del aporte de los socios militares, pero perdió esos montos y tuvo líos económicos. Esto pese a que ha transferido a jugadores como Luis Antonio Valencia. Aun así, afronta un déficit.
¿Por qué ha persistido este modelo de administración en el fútbol ecuatoriano?
Por el clientelismo, que está en la política y también se refleja en el fútbol. El clientelismo es el apoyo a una gestión a cambio de viajes para dirigentes, técnicos, periodistas… a torneos internacionales. Cuando se produjo el escándalo del coyoterismo, se pidió que se mostrara el listado de personas que se trasladaron a los viajes con la Selección. Pero ese, hasta ahora eso no se ha mostrado a la ciudadanía.
¿Por qué los clubes no han formado nuevos cuadros que lleguen a la FEF?
La llegada de nuevos dirigentes de los clubes a la Ecuafútbol se ha ‘corchado’. Además los clubes se han trazados sus propios objetivos. Pero esto debería cambiar. Ahora hay especializaciones para ser dirigente de fútbol.
¿Es partidario que el Estado debería tener un papel regulador en el manejo administrativo del fútbol?
Lamentablemente, la FIFA es una ONG mundial que está sobre el ámbito de acción de los Estados. Sin embargo, el presidente Chiriboga dijo recientemente que todos somos culpables de la eliminación de la Selección en la Copa. Eso nos da el derecho a todos de inmiscuirnos: aportar con soluciones y exigir que se transparenten las cuentas.
¿Por qué está aquí?
Su experiencia. Es catedrático de la Flacso. Escribió la Biblioteca del fútbol ecuatoriano y tiene estudios sociológicos sobre el balompié y la sociedad.
Su punto de vista. El modelo de gestión del fútbol local es antiguo. El mecenazgo ya es antiguo y debería cambiarse.