El francés Sébastien Loeb (Citroën) terminó ayer como líder de la primera jornada del Rally de Francia, undécima prueba del Mundial, seguido en la clasificación provisional por el español Dani Sordo (2º) y su compatriota Sebastien Ogier (3º) .
Loeb, ganador del Mundial de rallies en los últimos seis años, podría conquistar mañana su séptima corona consecutiva, y hacerlo además ante sus vecinos de Alsacia, donde se disputa desde ayer el Rally de Francia.
Una victoria le aseguraría automáticamente el título, antes de las dos pruebas restantes del calendario de 2010. En caso de no lograr el triunfo, el título en suelo francés dependería del resultado de sus dos principales rivales, Sébastien Ogier (Citroën) y el finlandés Jari-Matti Latvala (Ford).
“Ganar aquí este día puede ser un sueño, un momento mágico, pero para llegar a ello el sueño y la magia no tienen lugar. Habrá que estar rápido frente a los adversarios, cuya motivación será sin duda muy grande”, estimó el alsaciano, que no acostumbra a dejarse llevar por las emociones.
“Habrá que saber llevar la presión. Espero acabar este rally con impaciencia”, añadió la estrella de los Citroën.
La ciudad de Haguenau, donde nació el 26 de febrero de 1974, tiene previsto celebrar una gran fiesta para la ocasión.
En septiembre, Loeb firmó su peor resultado en el Mundial del 2010 (quinto) , una prueba sobre tierra donde nunca ha brillado, pero en esta ocasión tiene la oportunidad de ganar sobre asfalto.
Su compañero español Dani Sordo, que no tiene opciones de ganar el título debería ser el hombre a batir este fin de semana. Relegado a la quinta posición de la general, no es una amenaza para su jefe de filas, aunque podría evitar de forma indirecta la gran fiesta que prepara Alsacia.
El también francés Ogier, que en los últimos meses ha dado muestras de una gran progresión, es segundo en la clasificación del Mundial, a 43 puntos de Loeb.
El recorrido del rally francés cubrirá 1 200 kilómetros (350 km cronometrados).