El ciclista ecuatoriano Richard Carapaz (Movistar). Foto: Alberto Morante / EFE
Este viernes 4 de mayo del 2018, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, se disputará la etapa inaugural del Giro d’Italia, la primera gran cita del ciclismo mundial en el 2018.
El prólogo de 9,7 kilómetros incursionará en el terreno montañoso de la Ciudad Santa. Se trata de la primera prueba del Giro fuera de Europa.
El ciclista carchense Richard Carapaz partirá a las 06:01 (hora de Ecuador), para cumplir con la carrera contrarreloj individual.
El tricolor, que el domingo pasado se coronó campeón de la Vuelta a Asturias, estará en el Movistar Team junto a los colombianos Carlos Betancourt y Dayer Quintana; el argentino Eduardo Sepúlveda; y los españoles Víctor de la Puerta, Rafael Valls, Rubén Fernández y Antonio Pedrero.
Eusebio Unzué, director deportivo de Movistar Team, dijo de Carapaz que “va muy bien, aunque toca relativizar el triunfo por aquello del nivel que había en Asturias y el que se encontrará en Italia. Aunque la ausencia de un líder en el equipo le dará libertad, espero que él o alguno de sus compañeros la aproveche para conseguir algún triunfo en una etapa”.
Carapaz es uno de los 48 debutantes en el Giro y uno de los 10 latinoamericanos en acción.
Otros ciclistas latinoamericanos que son destacados por la prensa internacional son los colombianos Miguel Ángel López (Astana), Esteban Chaves (Mitchelton-Scott) y Sergio Luis Henao (Team Sky).
Ayer, en Jerusalén, se realizó la presentación de los 176 ciclistas de los 22 equipos.
Este día comenzará la primera etapa y la caravana continuará en Israel hasta el domingo. El sábado se cubrirá un recorrido de 167 kilómetros, entre Haifa y Tel Aviv, y el domingo,el trayecto a través del desierto hacia el sur, los casi 230 kilómetros de Beersheba hasta la costera Eilat, con el termómetro rozando los 40 grados.
El lunes, se realizará el transporte aéreo de toda la caravana desde Eilat hasta Catania, un trayecto de 2 000 kilómetros. Se trasladará alrededor de 880 bicicletas.
En total, según medios israelíes, habrá cuatro aviones de pasajeros y otros tres de carga que partirán desde el pequeño aeropuerto de Ovda.
El Giro comienza con la mira puesta en el británico Christopher Froome, quien dio positivo meses atrás en un control antidopaje. El líder del equipo Sky, que busca ganar la prueba por primera vez en su carrera, reiteró su inocencia sobre su supuesto caso de doping en la Vuelta a España 2017, cuando en su orina se encontró más del doble de los niveles permitidos de salbutamol.
A casi ocho meses del control positivo, el británico todavía no pudo explicar las razones del alto nivel de presencia del medicamento que habitualmente se utiliza para combatir el asma, pero tampoco recibió una sanción por parte de Unión Ciclista Internacional (UCI). Hasta que el organismo no se expida, Froome está habilitado para competir.
“Sé que no hice nada malo”, repitió Froome en una rueda de prensa. “No hay ninguna razón por la que no debería estar aquí”, remarcó el británico de 32 años.
Froome, que ganó de forma consecutiva el Tour de Francia y la Vuelta el año pasado, aspira a ganar por primera vez el Giro, carrera en la que no participa desde 2010, cuando fue descalificado por viajar tomado de una motocicleta.
“Estábamos preocupados por la seguridad antes de venir a Israel, pero aquí está todo genial”, dijo el británico sobre la carrera. “Espero que el inicio del Giro sea una inspiración para los jóvenes ciclistas locales y que algunos de ellos se conviertan en campeones del futuro”, dijo.
Según datos del Ministerio del Turismo de Israel, el costo total de tener la carrera asciende a USD 33 000 000. De esa suma, un cuarto es aportado por el Gobierno.